Ralph Emerson decía que "El éxito consiste en obtener lo que se
desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene". Y
paradójicamente también afirmaba que “la
alegría, cuánto más se gasta, más queda”.
Obtener lo que se desea no
es fácil. Hay que luchar, discutir, negociar, caerse, levantarse, incluso
llorar. Pero el alcanzarlo y disfrutarlo es el mejor sentimiento alentador y
regenerador que pueda existir. La Felicidad de disfrutarlo es el mejor alimento,
genera alegría, y a su vez, esa alegría genera más energía para seguir
deseando.
Empecé el año hablando con
una persona que cumple estas afirmaciones.
Les voy a pedir que se la
imaginen, y para ello les voy a dar algunas pistas:
- - Mujer
- - Afirma que ser feliz es “percibir y sentir lo que está pasando en ese exacto segundo”. Ahí es nada.
- - Defiende sus ideas hasta llevarlas a cabo si solo le afecta a ella, o hasta que se decida en grupo otra alternativa que también vea viable. “Si la veo factible, no me cuesta ceder. Habrá muchas ideas mejores que la mía, seguro. Lo que sí es cierto es que de una idea mala siempre sale una buena. En general no temo el enfrentamiento”.
- - Le molesta que duden de su capacidad para afrontar tareas cuando ha sido capaz de comprometerse consigo misma con varios proyectos coincidentes, y los ha llevado a buen puerto.
- - Hace voluntariado en ACAI (Asociación Canaria de Ayuda a la Infancia): “Me gusta aportar algo a este mundo, y con esa asociación lo hago. Es algo que no me supone mucho esfuerzo y a ellos les produce muchas cosas positivas. Es muy grande que puedas aportar algo bueno a los demás”.
- - En el día a día le llenan un montón de cosas, entre ellas: “ducharme, que el agua esté caliente, secarme con una toalla que esté seca, comer y que te sepa rico la comida, ir a trabajar y disfrutar con lo que hago, mantener mi estado de ánimo alegre…”
- - Le gusta limpiar “porque pongo música y me animo, me divierto. Es como un baile “limpiador”, entretenido. Recoger la habitación también me gusta: hay que poner orden de vez en cuando. Tengo que visualizar las cosas ordenadas para poder estar cómoda.
- - El último reto personal que ha hecho ha sido “viajar por ocho países del norte de Europa en doce días sola, con una mochila, un planning, y un billete de avión de vuelta”.
- - Define la vida como “el medio que tengo para usar todos los recursos de que dispongo o se me ofrecen”.
- - Piensa que los jóvenes de hoy “en general son conformistas, cómodos, sin aspiración a nada…, y lo que es peor, sin creer en lo que sueñan”.
- - África es su horizonte y proyecto inmediato.
- - Y su razón de vida “llegar a objetivos a los que haya planeado y soñado llegar”.
Ahora les pido que se
atrevan a pensar a qué grupo de los siguientes pertenece:
- - Joven universitaria.
- - Ama de casa
- - Empleada
- - Mando intermedio / Ejecutiva de una gran empresa.
¿Lo tienen claro?
A riesgo de generalizar,
creo que muy pocos, o ninguno, van a identificarla con una “joven
universitaria”.
Y sin embargo Paula es una
joven universitaria de veintipocos años que demuestra una madurez personal que
ya quisieran para sí muchos “adultos” de rango de edad mucho más elevado.
Todo un logro visto lo que
nos rodea en estos tiempos.
Puedo afirmar que Paula es
distinta a los arquetipos generales que nos rodean de los jóvenes
universitarios. Dentro de su juventud tiene una gran madurez con tintes de
jovialidad, madurez a la que seguro ha llegado con mucho coste personal, pero
de la que hoy día creo que está disfrutando, y siendo feliz.
Ella misma se define como una
persona amigable, sociable, simpática, feliz, “también alegre y un poco cabezota, la verdad”.
Feliz porque,
Entiendo que si mis cinco sentidos (o los que sean de
aplicación) están en ese preciso segundo percibiendo todo lo que está a mi
alrededor, eso es felicidad. Si entras en un sitio y realmente estás oliendo,
viendo, observando, etc., percibiendo en el momento lo que hay, no hay nada
mejor que eso. Percibir tu entorno.
Es un estado mental, que repercute a tu físico. Y no es
conformismo, para nada. Conformarse con algo no es un grado de felicidad. Hacer
lo que te gusta, o vivir la vida que te gusta o como te gusta, si es un grado
de felicidad.
Y cabezota porque,
Je, je…, es que como a todo el mundo me gusta tener la
razón. A veces entiendo que las cosas se pueden hacer de muchas maneras, pero a
mí me gusta hacerla de una determinada, y a lo mejor no sé explicarlo todo lo
bien a los demás para que ellos crean en ella igual que yo creo. Puede que me
fastidie un poco que por tema de grupo y de democracia tenga que dejar de hacer
las cosas como yo creo que va a funcionar mejor. No es que me cueste adaptarme
al grupo, sino que si tienes una idea que crees que va a funcionar pero la
gente no lo está viendo, porque no lo has sabido explicar o porque la manera en que piensan no es
igual, te adaptas, pero sigues pensando que la tuya es la mejor.
Por ejemplo, cuando pedí hacer prácticas en Kalise, lo
hice porque fui cabezota o fiel a mis ideas. Pensaba que las necesitaba en un
momento de mucha teoría en mi vida, y había muchos que me decían “no vas a
poder”, “que tenía las clases por las tardes” (mis padres, profesores, amigos).
Yo seguía creyendo que podía con todo y que me iba a aportar cosas buenas, por
lo que seguía adelante aunque la gente no estuviera de acuerdo conmigo. Incluso
hubo algún profesor que me decía que no podía seguir así, que no podría estar
tan dispersa porque tenía las clases, las prácticas, hacía voluntariado, etc.,
y que tenía que centrarme más en las clases.
Y lo conseguí, lo viví, y aprobé. ¿Qué iba justa de
tiempo? Si, y estaba reventada, pero a gusto. Yo veía el tiempo y las fuerzas
suficientes para hacerlo y ya está. Era solo una opinión externa. Me puede
llegar a molestar el que duden de mi capacidad, pero ya está.
¿Qué es lo que no te llena en el día a día?
Despertarme con un ruido brusco, o que.., es que soy un
poco vegetal cuando me despierto, no siento ni padezco, soy una plantita, y
hasta que no como algo o tomo un zumo, o
me cepillo los dientes, no soy persona, es decir hasta que mi organismo asimila
que estoy despierta, justo hasta ese momento no me gusta que me hablen, y mi
madre tenía una costumbre de atosigarme con, “se te va a hacer tarde”, “vas a
perder la guagua”, etc. En general no me gusta que duden de mi capacidad de
decisión, de responsabilidad, y menos por la mañana nada más despertarme.
Soy de efecto retardado por las mañanas.
¿Cuál fue la razón de tu último reto: viajar por ocho
países del norte de Europa durante 12 días, sola y con solo un billete de
vuelta?
Porque soy una persona bastante organizada y me gusta tener
las cosas bajo control. A la vez creo que en la vida no hay que tenerlo todo
bajo control, pero tampoco que haya descontrol, y creía que me hacía falta
desarrollar más mi capacidad de no tenerlo todo controlado.
Hice un planning, pero no compré nada, solo el billete de
vuelta. Sabía que ese día tenía que estar en ese sitio a esa hora. Había días
que cumplía el planning, otros no lo cumplía. Si que tenía estudiado los
mejores sitios donde quedarme, los mejores billetes de transporte, y un cálculo
aproximado de dinero. Era como perderme de los límites del control de llevarlo
siempre tan organizado, y desarrollar esa parte de mí.
¿Qué es lo más que te gustó de esa experiencia?
Que he conocido un montón de gente interesante. De ahí
han surgido amistades. Y lo que más me encantó, es disfrutar de tu
independencia, tú decides qué hacer y cómo hacerlo en cada momento, sin tener
que depender de nadie.
La única cosa menos buena, fue el cansancio. Pero por el
fruto conseguido merecía la pena. Lo repetiría sin dudarlo.
¿Qué país te gustaría conocer en detalle?
En verdad un pueblo de Japón. Un pueblo donde la cultura
sea cerrada japonesa, donde hagan artes marciales, con sus huertos, entre
montañas.
Me atraen todas las diferencias que tienen conmigo, y
todo lo que podría aprender de esa gente.
¿Qué crees que podrías aprender?
Sus distintas maneras de ver la disciplina, la gestión de
sus recursos, como entendernos con alguien que no maneja un idioma común, y que
de por sí son diferentes, perciben las cosas de una forma diferente, tienen una
cultura diferente.
¿Qué consideras que es suficiente para conocer tu cultura?
Observar, sobre todo observar…, el comportamiento de la
gente, leer sobre tus antepasados, por qué somos como somos.
¿Qué es lo último que has
leído?
Gente tóxica. Describe todas las personalidades de gente
que pueden llegar a ser tóxica para ti, para tu vida, y como lidiar con ellas.
Gente falsa, gente criticona…, etc. Como saber reaccionar a ese tipo de
reacciones.
Ya he conocido a algunos. Ahora mismo tengo en mi camino
poquitos.
¿Qué es la vida para Paula?
La vida…., hummmmm……., un sitio, o un estado, o una
manera a la que llegas decidiendo con quién quieres llegar, y a la que vas
desarrollando un sentido, y aprendiendo junto con valores que te inculcan externamente
y que más adelante tú decides si mantenerlos o quitarlos, pero la vida también es…..,
al final es el medio que tengo para usar todos los recursos de que dispongo o
se me ofrecen. La vida es todo y es
nada.
¿Qué parte de nada tiene?
Cuando puedes llegar a considerar que no tiene valor, o
que no la disfrutas. O cuando se termina para alguna gente, deja de ser todo
para ser nada.
Mi vida no tiene sentido si no estoy. A lo mejor sí, pero
no siendo Paula.
Es como si tienes una puerta a cualquier parte del mundo,
y esa puerta deja de existir, entonces ya no existe esa parte del mundo.
Este mismo sitio lo puede estar viviendo otra persona,
pero la manera en que yo lo percibo, y los sentimientos que esto me transmite a
mí, van a desaparecer.
Si tuvieras que definir en la vida de Paula tres momentos,
un pasado, un presente y un futuro, y asociar esos momentos a una fotografía,
un cuadro, ¿cómo serían esos cuadros o fotografías?
El pasado: un pájaro sobrevolando el mar, lloviendo.
El presente: una montaña con el mar y una casita de
madera.
El futuro: un montón de gente con varias razas y
religiones viendo un atardecer en un acantilado.
El pasado lo describo así porque es el cambio más grande
que he tenido en mi vida. El haberme cambiado de país con 16 años, lo cual fue
bastante difícil, y lo he puesto en forma de pájaro simplemente porque vine en
avión; el mar es porque iba de un sitio a otro, la transición; y la lluvia
porque en ese momento era como si se me fuera a acabar el mundo, el
apocalipsis.
El presente: las montañas porque estoy en un momento de
mi vida ascendente, de aprender y escalar; la casita porque hay veces en que
hay que darse un respiro y descansar; y el mar simplemente porque en esa imagen
me simboliza libertad y tranquilidad.
El futuro: el atardecer porque me transmite un momento súper
bonito con muchas cosas, ternura, belleza…; un motón de gente de varias
culturas y razas porque es toda la gente que veo que puede pasar por mi vida y
aportarme cosas de diferentes sitios, religiones, países, razas…; y un
acantilado porque es como todo el espacio que tengo vacío y que lo puedes
llenar como tú quieras en tu vida.
¿De qué llenarías el acantilado de tu vida?
De mogollón de cosas.
Proyectos personales, proyectos profesionales,
sentimientos aunque quizás vayan antes porque hace falta sentir para poder
afrontar cosas, transformar tu hogar con principios, valores. Toda esa gente
que he visualizado seguro que me van a hacer cambiar o mejor añadir riqueza a
algún principio o valores.
Has acabado tus estudios y estás haciendo la tesis ahora.
En el mundo académico en que te mueves, y para la gente de tu mismo rango de
edad.., ¿cómo consideras que son hoy día los jóvenes en general, y qué le
pedirías que cambiaran?
En general son conformistas, cómodos, sin aspiración a…,
sin creer en lo que sueñan.
A veces me da la sensación de que llevan “orejeras como
los burros” y que solo les importa el ámbito en que te mueves, la gente que te
ve, lo que percibe de tí físicamente. Es como un bucle, y se quedan enganchados
ahí. Les pediría que miraran más allá de eso y a lo mejor no gastar tanta
energía en lo de afuera, lo que dice la gente o lo que piensa la gente, sino en
lo de adentro, en lo que realmente tú piensas o quieres ser o hacer.
Cual crees que es la razón para que no “crean en sus
sueños” y que prefieran “agradar” a los demás en lugar de cultivarse y
agradarse a sí mismos. Donde está el límite o el punto para cambiar.
Creo que habrá algunos que en la vida llegarán a
encontrarlos. Para unos estará en el simple hecho de cruzarte con alguien y que
te cuente lo que piensa y quiera hacer de su vida. Pero para otros, eso igual
no le hace tilín, o les parece aburrido, por lo que no le presta atención.
Simplemente dejan de creer que se pueden conseguir las
cosas que sueñas, si todo lo que les viene dado, les viene de afuera, eso les
ayuda a que solo se centren en lo de afuera. Y si a eso le sumas que la mayoría
vive amargada por las circunstancias que están viviendo, sociológicas,
políticas, económicas, etc., pues eso ya
es una bomba nuclear.
A mí me hizo cambiar la incomodidad de esos momentos y el
desconocimiento de mi persona. Yo me siento cómoda siendo yo.
Creo que en general, muchos jóvenes no han llegado al
punto de conocerse a sí mismo, o que conociéndose, les interesa ser así.
La diferencia está en la capacidad de decisión.
Básicamente tener conocimiento de lo que realmente quieres.
¿Qué quiere Paula?
Ahora mismo quiero finalizar una etapa de mi vida que es
la universitaria, para poder dedicarme íntegramente a mi etapa profesional, y
con eso poder independizarme (aunque en mi casa tengo toda la libertad del mundo),
principalmente en dejar de tener reflexiones externas que te incomodan a diario
y que quieras o no forman parte de la base de datos de tu subconsciente.
¿Qué quieren los jóvenes?
Estoy prejuzgando, pero creo que quieren terminar la
carrera y “encontrar” un trabajo, no buscarlo. O que el trabajo les encuentre a
ellos, porque el espíritu de sacrificio es bastante escaso.
Todo lo que les comentes, es como si fuera trabajo de
más: “para qué lo busco si no hay trabajo”, “para que me esfuerzo si lo que quieren
es contratarme para prácticas pagando muy poco”. Si entras en ese plan lo que
estás pidiendo es que venga alguien y te contrate sin que tengas ningún tipo de
conocimiento práctico. Eso es casi un milagrito. Que puede pasar..., pero yo no
espero por ello.
En igualdad de condiciones, y para todos esos estudiantes
que acaban de terminar su carrera ¿Qué es lo que haría que una empresa de
decantara por uno u otro candidato?
Sus habilidades personales, porque eso no se aprende sino
que va con tu personalidad, y todo lo que haya captado o aprendido aparte de su
carrera. Eso es lo que le diferenciaría de los demás.
¿Consideras que un joven que ha terminado la carrera y
sale al mercado laboral tiene “habilidades” suficientes?
No. Considero que hoy en día su máxima aspiración, aunque
suene bruto, es a ver quien cobra más haciendo menos. Hoy lo tienes todo sin
ningún esfuerzo.
Eso es muy fuerte: ¡Lo tienen todo!
Me refiero a lo material. Todo lo material está al
alcance de cualquiera. Hoy en día tienes todo el conocimiento a tu alcance, con
un solo click, y sin embargo esa tecnología se mal usa. Antes la gente se
rompía la cabeza para buscar conocimientos. Hoy está al alcance de cualquiera,
pero no se aprovecha. Es como si la abundancia de información distrajera. Pero
de ti depende el saber hacia dónde quieres ir, qué es lo que realmente te
interesa, y no perder el tiempo en aquello que te pueda distraer de tu objetivo
final.
Recomendaría a cualquier joven de hoy en día, que dieran
una vueltita por cualquier asociación de ayuda, Materno Infantil, Cruz Roja,
Cáritas, Proyecto Hombre, para que bajaran de la nube en la que están y
conocieran un poco más la realidad inmediata.
¿Qué esperas de tu futuro?
Por lo poco llegar a objetivos a los que haya planeado y soñado
llegar.
África, ya sea por trabajo, placer…, o todo en uno. Cerrar
esta etapa de mi formación académica. Es una meta corta que va incluida en otra
meta larga: formarme profesionalmente en un puesto de trabajo concreto.
Piensa en tres personajes, cualesquiera, vivos o no, que
para ti sean ídolos.
Mi bisabuela, mi madre y
mi padre.
Hoy por hoy, enero 2015, si tuvieras sentada a tu bisabuela
a tu lado, ¿qué consejo te daría espontáneamente?
Je, Je…, ella siempre me dice, dándome el consejo a nivel
amoroso para encontrar pareja: tú tranquila, elige con calma y tranquilidad,
que después podrás decidir.
Tu madre. ¿Qué consejo te daría en la misma situación?
Lo que es tuyo a tus manos vendrá.
Tu padre.
Míralo bien, estúdialo bien, pero si es lo que tú
quieres, hazlo.
Algo que quieres conseguir y que te está costando.
Sacarme el carnet de conducir.
¿Qué te diría tu abuela sobre eso?
Que me ponga las pilas
Tu madre.
Je, je…, ¡te dije que ya deberías haber ido a la autoescuela!
Tu padre.
Je, je…,¡siempre lo mismo!, dejas pasar el tiempo para
hacer las cosas
Todos tienen razón
¿En qué llena Paula su tiempo?
Me gusta hacer deporte y me gusta disfrutar de mi
soledad. Leer, escuchar música, salir
sin rumbo ni camino. Quedar con amigos y salir al cine, teatro. Me gusta soñar
y ofuscarme con mis objetivos y volverme loca buscando en internet planificando
una meta a la que quieres llegar. Me gusta cocinar, y jugar a juegos de
desafiar tu mente.
Me gusta meditar. Por mi misma el empezar percibiendo el
exterior, y terminar percibiendo mi interior. Relajarme y dejar que mi mente se
vaya. Para mí la meditación no es una necesidad, es un placer.
Has dicho que haces voluntariado. ¿Por qué no todo el
mundo lo hace?
Lo que para mí no significa un esfuerzo a lo mejor para otro
si lo supone, y prefiere estar durmiendo una siesta que estar jugando con niños
en el hospital. Son sus prioridades o sus valores, que son distintos a los
míos.
¿Que recibes de ese voluntariado?
Mucho aprendizaje a nivel personal, especialmente de
superación. Gratitud en esos padres y al fin y al cabo en esos niños, de una
manera o de otra.
¿Cuál es tu proyecto de fin de carrera?
Un estudio de mercado sobre donación de órganos en el
ámbito juvenil.
No quería estudiar nada lucrativo, porque la universidad
al final se queda con la patente, y si yo quisiera mañana llevar eso a cabo
tendría que estar con permisos y demás complicaciones. Y por otro lado, me
gustaba estudiar el abuso infantil, a menores, a nivel físico, maltrato
sicológico o nivel sexual. Al final con mi tutora llegamos a un acuerdo de que
esa forma no era factible porque no existe fiabilidad en los datos existentes y
tendríamos muchos problemas para conseguir material con que trabajar de forma
fiable. Al final llegamos a un acuerdo sobre un trabajo de donación de órganos,
y vamos para adelante.
En lo que llevas avanzado de tu proyecto, ¿cuál es la
primera conclusión que sacas?
Que se han reducido las donaciones, más bien los
trasplantes, porque se han reducido los accidentes, lo cual es positivo. Pero
lo que no me queda claro es si la gente, los jóvenes, hoy día estaría dispuesta
a donar un riñón en vida a una persona que le hace falta para vivir.
¿Ves alguna manera en que podría conseguirse un aumento
de la involucración?
Legalmente es algo bastante difícil de conseguir.
Por ejemplo, existía una tarjetita que se estuvo
promocionando en televisión en las cadenas de Mediaset, para hacerse donante, pero esa tarjeta no es
legal, desde el punto de vista de que no es vinculante en la persona. Aunque la
tenga, no es un testamento vital, y la única forma de que tome valor es que
explícitamente tú lo hagas. Pero claro, una persona de 20/25 años no hace un
testamento de vida, al menos es lo que dice la estadística. Habría que actuar
sobre esos valores.
¿Donde quieres estar trabajando dentro de 5 años?
Tengo una etapa en África que estoy viendo cada vez más
cerca, por lo que dentro de 5 ya es mucho y posiblemente ya la habré terminado.
Para entonces me veo probablemente haciendo funciones de controller, dirección,
gestión.
Has ido a unas jornadas de Controlling que se celebran en
un hotel de Las Palmas, en unos salones de la 6º planta.
Llegas al ascensor, entras y te encuentras al director
general del grupo XXXXX en el que te gustaría trabajar. Tienes solo el tiempo
que tarda el ascensor en llegar a la 6ª planta (10/15 segundos) para convencerle
de que eres una candidata idónea para su empresa y que debería contratarte.
Hola, soy Paula. Me gustaría trabajar en XXXXX. Tengo
aspiraciones y aptitudes, me gusta aprender y seguir aprendiendo: cuando no sé
hacer algo aprendo a hacerlo. Le ofrezco toda mi formación y mis aptitudes
personales, la persona que soy y todas las habilidades inherentes a mi
personalidad, que son muchas. Desempeño mi trabajo, aparte de con constancia y
permanencia, con gusto y eso me permite tener la libertad para usar todo mi
potencial interior para ponerlo al servicio de lo que quiera llevar a cabo. Y
creo que de eso, su empresa debería aprovecharse.
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Por mi parte no tengo nada
más que añadir. Fue un verdadero soplo de confianza en el futuro lo que percibí
mientras hablamos. Son de esas charlas de “gente interesante” que seguro me
llenarán de satisfacción dentro de algunos años cuando vuelva a leerlas, simplemente,
por haber sido testigo de la lucha temprana, fiel y confiada de una persona por
alcanzar sus sueños, esos en los que cree, percibiendo en cada momento donde,
cómo y por qué está, esos sueños que está hilvanando con ilusión y
perseverancia, incluso con desengaños, pero que son suyos, y de los que seguro disfrutará
de su obtención, eso que también llaman felicidad. Mientras lo consigue, su
sonrisa es su segundo mejor regalo. El primero es su ejemplo.
Enhorabuena Paula, ¡eres
grande!, como tu acantilado.
Enero 2015.