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viernes, 2 de septiembre de 2016

Fotógrafos Invasivos

La cara de La Sirenita no puede expresar mejor lo que debe estar sintiendo.

¿Se acuerdan de lo que era un enciclopedia?
Si, queridos míos, en una época no tan lejana existían unas cosas que se llamaban Enciclopedias. Unos libros más o menos "gordos" en los que se resumía con palabras y con imágenes el conocimiento sobre muchos aspectos: geografía, historia, arte...
Imaginemos que quisiéramos saber qué era eso de la estatua de La Sirenita (The Little Mermad).
Acudíamos a una de esas estrepitosas enciclopedias y encontrábamos una imagen que un fotógrafo había tomado posiblemente sabiendo de antemano donde iba a ser publicada, con un ángulo estudiado, en muchos casos pensando el momento del día idóneo, etc. Y junto a esa imagen nos encontrábamos una explicación con las razones de su existencia, su historia, etc.

Después llegó Internet, y todos esos libros quedaron difuminados en la "red", al alcance de todo el que pudiera tener una conexión y consultarlo. Ganamos en cantidad de información, pero esa inmediatez posiblemente hizo que perdiéramos en calidad de mucha de esa información.
Si queríamos consultar la misma cosa (La Sirenita), nos encontrábamos con multitud de imágenes de lo mismo, se podría decir que había donde escoger, aunque fueran muy dispares. Y en cuanto a su historia, pues bueno, aquí había que empezar a cribar y a seleccionar qué fuentes eran verdaderamente buenas y cuales de pobre contenido.

Pero he aquí que eso que llaman "desarrollo" hizo que el ego del ser humano quisiera participar cada vez más en la catalogación del universo (si, es que el hombre es un ser que se divierte mucho catalogando cosas), y qué mejor que hacerlo que no consultar a nadie, sino se uno mismo el que lo cuente.  Así que uniendo una buena dosis de turismo, y una cámara fotográfica, nos encontramos con miles de catalogadores que viajaban por todo el mundo, y los que lo hacían a Dinamarca, por ejemplo, colgaban sus "propias" fotos de La Sirenita, y se atrevían a poner sus propias explicaciones, en muchos casos desvirtuadas por su nefasta interpretación.

Entonces ese ser humano tan dado al "yo más", se dio cuenta de que era uno entre tantos que hacían lo mismo, y eso no podía ser: tenía que tener algo de protagonismo, que "para eso había ido".
Y fue entonces cuando, ávido de catalogar cosas, se pasa al "yo estuve allí", y para que no lo pongan en duda, en todas mis fotos voy a empezar a aparecer yo primero, en primer plano, y allá en el fondo esa "cosa" que estaba allí. El protagonismo ahora ya no lo tenía la figura de la Sirenita (que con suerte ocupaba un cuarto de la fotografía), sino el que hacía la foto que para eso había ido hasta allí y se adueñaba del primer plano.

En este momento se instituye un punto de inflexión en la forma en que los seres humanos cuentan sus viajes:
- Antes cuando tus familiares, amigos, conocidos, etc. te mostraban sus fotografías de viajes (pongamos a Dinamarca), te mostraban las fotos y veías los canales, el City Hall, el castillo de Kronenburg, La Sirenia, los carriles bici, etc.
- Ahora, cuando tu familiar o amigo te las enseña lo que ves es a tu amigo en el canal, a tu amigo con el City Hall muy detrás, el cabezón de tu amigo casi tapando la imagen del castillo de kronenburg, tu amigo en La Sirenia, y tu amigo en la cabeza de pelotón de un grupo de ciclistas...

Pero es que hay más.
Como bien decía José Luis Valdivia en una charla-entrevista que mantuvimos hace algún tiempo, hay una parte de la fotografía se está volviendo más granel y más invasiva: "Y lo es porque va ligado a otro fenómeno que es el turismo de masas. Cuando tienes hasta las narices a un campesino que está arando con sus bueyes en cualquier lugar de cualquier país del mundo, en la que por tener algo medianamente atractivo en la zona, se te bajan de una guagua 200 turistas, te enchufan 200 cámaras, y se convierte en una especie de mono de feria, lo más normal que le apetezca al colega campesino es coger una piedra y liarse a pedradas con los 200. Hay que entender eso. 


Lo peor es que no haya educación o empatía por parte de los 200, ni entendimiento Que se bajen creyendo que tienen todo el derecho porque alguien les ha convencido que son señoritos venidos del “primer mundo”. Que llevar una cámara o teléfono les da autoridad para hacer lo que les venga en gana. Y como no han dejado el ego, ni la prepotencia, ni la soberbia en la puerta de su casa antes de salir de viaje, van imponiéndose".





¡Dios mío! ¡Y no se cansan...!



Desgraciadamente, ya no vale con que el "individuo" sea el que haga la foto, ya no vale con que el "individuo" salga en la foto, ahora parece que lo que empieza a molar es ser el más chachi y original haciendo algo que le de aún más protagonismo que el propio motivo inicial de la fotografía, y, como mínimo, tienes que aparecer tocando a el elemento en cuestión (en nuestro caso La Sirenita).

¿Por qué les cuento esto?
Porque he podido comprobarlo en la triste realidad.
He estado en Dinamarca y he ido a visitar a La Sirenita. Nótese que he dicho "he ido a visitar", puesto que tengo claro que el que está de prestado soy yo y el que tiene que mantener respeto ante todo soy yo (¿o ustedes aceptarían que un invitado les montara un pollo en su propia casa?).

No se si ha cambiado o no, pero puedo asegurarles que La Sirenita tiene una cara de "asco" y de "hastío" que no puede con ella, y la entiendo perfectamente.
Después de estar bastante tiempo sentado viendo como aparecían hordas y hordas de turistas de todas las nacionalidades que corrían desesperados, poniendo incluso en peligro sus vidas por saltar de una piedra a otra para quedar más cerca, para poder hacerse la foto "tocando" a La Sirenita, me imagino que lo único que a Ella le apetecería es poder soltarse de sus anclajes y zambullirse y desaparecer en el mar alejándose definitivamente de eso que llamamos mundo civilizado.

Y el colmo fue cuando dos Imbéciles, haciéndose los valientes y originales ante sus respectivas parejas, se saltan las piedras y se suben a La Sirenita, manoseándola mientras las respectivas les hacían las fotos de su hazaña.





Lo curioso es que si les increpabas por lo que estaban haciendo, mas se reían y maldito el caso que hacían. Lo entendías cuando te dabas la vuelta y veías a todo un enjambre de turistas riéndose y aplaudiendo la osadía.

Imbeciles los que se subieron, e imbéciles los que aplaudían.
Me juego cualquier cosa a que ninguno de los dos IMBÉCILES que se subieron a La Sirenita tienen la más mínima idea de su historia, solo era un juego más en su colección de estupideces.

Después nos quejamos cuando queremos ver algo y vemos que ya no está, o que está encerrado protegido con mil medidas de seguridad que nos impiden admirarlo.




martes, 9 de agosto de 2016

Chiquillos malcriados.



He tenido un sueño.


Imagínense lo siguiente….


“¡Buenas noches!, ¡Hoy han venido a divertirse al Hormiguero Albert Rivera, Pedro Sánchez, Mariano Rajoy y Pablo Iglesias!".
Aplausos, gritos, aclamaciones.., y cuatro personajes que entran al plató saludando con la mano en alto y risas en la cara como si fueran a dar un concierto en un estadio repleto de fans.

Así comenzaría el alegato de Pablo Motos en una edición especial de su conocido programa nocturno.
Y lo normal sería que, esos cuatro invitados se sentaran a su mesa para, como si no hubiera pasado nada, echar unas risas y dejar patente lo buen coleguitas que son entre ellos, con más o menos gracia, con más o menos postureo, pero coleguitas al fin y al cabo.

Pero imagínense que en esa edición especial, el Motos, en su idea constante querer innovar su fórmula, comete el “error” de solicitar a alguien del público que se convierta en portavoz y que le plantee a los invitados preguntas a modo de una especie de “entrevista”.

Y pongamos que me toca…, así que…, vamos al tajo.

Hechas las presentaciones, que mis padres me enseñaron a ser educado ante todo, la entrevista podría comenzar así.

Buenas noches caballeros. Me gustaría pedirles solo tres cosas.
La primera, que escuchen y atiendan lo que tengo que decirles, y si tienen algo que objetar, háganlo al final que yo con gusto seguro que sí les escucharé y atenderé dejándoles que se expresen.

La segunda, permítanme decirles algo que no se si les alcanzará a sus prodigiosas y privilegiadas mentes, pero lo voy a intentar.
¿Saben ustedes lo que significa la palabra Inútil?. Tranquilos, no intenten responder, no les voy a hacer pasar el mal trago de decir cualquier improperio y que después se conviertan en protagonistas una vez más del ridículo televisivo en los programas de zapping y similares.
Inútil significa “No Útil”. ¿van entendiendo?.
“Que no trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés. Que no puede servir ni aprovecharse en alguna línea.”
Dicho esto, aquí ya podría acabar esta entrevista e irme para casa, porque las evidencias son muchas y notorias. Pero no me voy a quedar con las ganas de decirles algo.
¡Son ustedes unos chiquillos malcriados!., que no tienen respeto alguno por los miles de ciudadanos que les han votado. Si de mí dependiera les daba a cada uno dos buenos bofetones (que no bofetadas) en todo el carrillo que les haría aterrizar sus "membas" en la mesa. Cogería a cada uno por una oreja aplicando un torniquete de 180 grados y le daría un paseo, sin soltarla, por parte de esa “patria” que a ustedes tanto parece que les preocupa a ver si son capaces de ver lo que hasta ahora no han visto. Ya de regreso, les aplicaría una buena dosis de la técnica de la “chola”. Por si su vasto bagaje de conocimientos no alcanza a entender este término, les diré que la “chola” no es más una chancla o zapatilla tipo playa, que eso sí lo deben conocer, pero es una herramienta que usada de forma diestra (y zurda también) es un arma muy convincente. La aplicación de la técnica consiste, básicamente, en que me quito la chola y les doy tremenda somanta de cholazos en el culo, sin pausa y con energía, hasta que me duela la mano, o la chola no resista.
Cuando haya terminado, tendrán tal molienda encima que no van a cagar duro en un mes.
Y como premio, finalmente los pondría a los cuatro, de rodillas en el suelo, con las manos en cruz y cada uno con un ejemplar tamaño extra-grande de la edición de lujo en caligrafía castellana del Quijote en una mano y un ejemplar también tamaño extra-grande de una edición de lujo, comentada, de la Constitución en la otra, no permitiendo que se levantaran hasta que entre los cuatro firmaran un acuerdo por consenso de eso que ustedes llaman “gobernabilidad” de nuestro país, nuestra patria, esa que antes decían que era “una grande y libre”, y que ahora se ha convertido en “52 pequeñas y cabreadas”, básicamente por personajes como ustedes que son incapaces de ver más allá de su propio círculo.
(¿se imaginan esa imagen? ¡no tiene precio!)
De una manera u otra todos ustedes saben cuáles son los problemas de España a los que hay que dar solución, estamos hartos de oírlo, pero también estamos hartos de que sean incapaces de decir en la práctica que proponen para corregirlo. ¡Ah!, lo que sí tienen claro es que si lo propone su vecino, por defecto hay que decir que no.
¿No son capaces de ponerse de acuerdo entre ustedes y pretenden vendernos que van a ser capaces de ponerse de acuerdo con el resto de líderes de otros países? ¡Anda ya!.
¡Pónganse de acuerdo de una puñetera vez o váyanse p’al carajo!, que no están haciendo ningún bien.

Y lo tercero y último que les digo y pido: Han perdido la noción de cómo viven sus ciudadanos. Ustedes viven en una España que no existe, se la han creado a golpe de discurso mediático conveniente. Tanto han adornado sus palabras que ya no saben lo que dicen y se han terminado creyendo sus propias mentiras.
Pónganse en lugar de sus ciudadanos y piensen como ellos. Hagan un favor a este país y trabajen de una vez en lo que realmente nos interesa a todos, que no es ser más famoso o tener más minutos de audiencia, sino hacer que nuestro país sea un sitio digno y decente en el que vivir y desarrollarnos como personas.
Déjense de postureos baratos si no quieren que la chola vuele y aterrice en sus traseros (y la chola se puede manifestar de muchas maneras).


Dicho esto, y dando por sentado que se hubiera dado el excepcional comportamiento de no interrumpir, cosa que dudo, y aparte de acusarme de maltratador y algo más, planteo cuatro posturas de los invitados frente a lo comentado, que básicamente no difieren mucho más de la que siempre han mantenido.

El Sr. Rajoy seguramente adoptará la posición de “conmigo no va esto”, el está por encima de cualquier comentario, y probablemente un “mire usted, somos el partido más votado y tenemos que ser los que gobiernen este país”, se pasearía de nuevo por el plató.

El Sr. Rivera seguramente iniciaría su réplica con una estudiadísima mirada dirigida al tablón de la mesa para inmediatamente levantar la mirada y hacer un barrido al público acompañado de su media sonrisa mientras diría algo así como “nosotros estamos siempre en disposición de encontrar la mejor solución, siempre lo hemos dicho, pero no a cualquier precio” (yo me pregunto ¿cuál es ese precio y quien lo fija?)

El Sr. Sánchez, el eterno cabreado, con una mano (o ambas)  extendida sobre la mesa, un giro de su cabeza ligeramente hacia el lado izquierdo y su cara con facciones más que preparadas de pose de haber sido engañado optaría por un “nosotros entendemos que no podemos seguir con un gobierno como el que hasta ahora hemos tenido, este país necesita un cambio de gobernante, y nuestro partido es la opción clara de un giro a la izquierda, que es la única vía posible, y por tanto no vemos otra alternativa”.

Y para finalizar, el Sr. Iglesias adoptaría nuevamente su postura de yo pasaba por aquí vi luz y entré porque mi luz es mejor, con una argumentación que podría ser “el pueblo es quien tiene la soberanía máxima, y el pueblo exige un cambio radical, nosotros somos la fuerza que este país necesita para salir de un atolladero en el que otros nos han dejado, porque somos los únicos que vemos las cosas desde la naturalidad y el conocimiento”.


A todo esto, entra el Hombre de Negro que intenta hacer uno de sus números espectaculares. Coge un cubo lleno de agua, lo lanza al aire, y nos da en toda la cara, como una ducha de agua fría, sacándonos de esta reflexión y devolviéndonos a nuestra realidad. Esa misma que sigue estando sin gobernar, o gobernada por personajes de media sonrisa.

viernes, 22 de julio de 2016

Pasos y tiempo




La máquina del tiempo existe, y unos cuantos privilegiados hemos tenido la exclusiva oportunidad de experimentarlo durante casi 2 horas, acompañados siempre de unos guías muy especiales que no dejaron en ningún momento que pensáramos en otra cosa que no fuera la propia experiencia.
Volvimos a los años 80 y 90 en un viaje que a cada minuto aumentaba la dosis de alegría, el caudal de recuerdos y la intensidad de las vivencias. Fue un retorno al pasado sin abandonar el presente, lo que le da más riqueza y valor aún.
¿Y qué mejor manera que hacerlo que de la mano del baile y la música?.
Esa fue la propuesta de este año para el espectáculo de final de curso de la Escuela de baile Ruben T., y fue todo un acierto. Todos los bailarines y profesores se empeñaron en conseguir un Musical de altura, y lo consiguieron, lo que dice mucho de su profesionalidad y pasión.

Desde el minuto 1 el público ya estaba volcado con el espectáculo, se involucró formando parte del mismo, y transmitiendo con sus palmas la magia de sus sentimientos, esos que tomaban vida nuevamente en forma de ritmo y pasos de baile, y volvían a escribir un capítulo más de la historia inolvidable de cada uno.

Tuvimos un maestro de ceremonias de lujo: José Carlos Campos. Un profesional donde los haya, que es capaz de calibrar y acompasar su entorno para conseguir conectar desde el primer momento con el compromiso adquirido y trasladarlo a los presentes, sin perder de vista la realidad que le rodea. Quien haya tenido el gusto de verlo trabajar detrás y delante del telón ha comprobado como “la persona” no abandona “al profesional”, sino que se ayuda mutuamente. Pocos lo consiguen. Él lo hace.

Ese maestro de ceremonias, perfectamente en sintonía con lo que el experimento prometía, abrió la caja de pandora particular de cada uno de nosotros y nos embaucó a golpe de zapping en el fantástico viaje.
Al son de la sintonía del programa 1, 2, 3, con la calabaza “Ruperta” de fondo,  empezó una nueva emisión del mítico concurso, esta vez en una edición muy especial, porque todos salimos ganadores.





Al comienzo de esa emisión especial, 14 apuestas “secretarias” ataviadas con las gafas tan características del programa y en pose de saludo y recibimiento, ocupaban la parte trasera del escenario, sobre el que se encontraban dispuestas 14 cajas, de las que salieron momentos después 14 regalos en forma de pequeñas y preciosas bailarinas todas ellas ataviadas con su tutú rosa y unas caras de alegría que hacían brillar Teatro.
Poco después estaban evolucionando todas juntas en una medida y orquestada coreografía arrastrando a los presentes a ser partícipes de ese particular mundo que estaban construyendo delante nuestro, fusionando su saber, sus ilusiones y su aprendizaje.
Casualidad o no, esa imagen decía mucho más que lo que la propia escenografía quería mostrar. Y es que, el grupo de las 14 secretarias estaba formado por las alumnas del grupo avanzado de baile, las más experimentadas, y los 14 regalos estaban formados por las más pequeñitas, las que empiezan y que quieren emular precisamente a las otras que son su referencia.Todo un mensaje de continuidad y de ilusión.

Posiblemente esa imagen sea la que de una mejor idea de lo que significó el espectáculo que la escuela de baile Ruben T. nos mostró el pasado domingo, haciéndonos regresar a los años 80 y 90 a través de la música y el baile: Continuidad e Ilusión, dos potentes motores de eso que llaman "motivación".

Creo no equivocarme si afirmo que de todos los bailarines el 99% no tenía uso de razón en los 90 (y menos en los 80), y por tanto no conocían su música hasta que Rubén se las mostró y empezaron a coreografiarla. Posiblemente no sabían de las razones, las situaciones o el entorno social que dieron lugar en su momento al nacimiento de esa música. Y sin embargo, fueron ellos los conductores de nuestro viaje. Imagínense, ¡nos estaban enseñando a nosotros, los adultos, la música que había sido la banda sonora de nuestra juventud, y lo hacían de maravilla!.
El baile fue el hilo conductor, el puente generacional, que permitió que esa fantástica conjunción se produjera.
Es una prueba más de que la música y el baile son elementos universales, están por encima de cualquier ideología, idioma, cultura, raza, creencia o impedimento. Simplemente se escucha, se sigue, y si dice algo o significa algo, ya quedará para siempre en nuestro conocimiento.

El espectáculo continuó con la participación de Dunia Santana, cantante nacida en Telde y que con su chorro de voz llenó el Teatro de más energía y ritmo, a la vez que hacía de una más en el grupo de baile que la acompañaba.



Después de que la cantante Dunia nos deleitara con su magistral voz y mientras saludaba al público, un grupo de pequeñas bailarinas se colocaron a su alrededor y cuando les preguntó  si querían que cantara otra vez, todas respondieron con un “demi-plie” mágico. ¿alguien necesitó interpretación de cuál había sido su respuesta?. No hizo falta. Ese “demi-plié” llegó a nuestra mente en forma de un SI rotundo, y fue lo que dió pie a que Dunia inundara nuevamente la sala con nuevas y mejores vibraciones gracias a la magia de su voz y a su pequeño pero potente conjunto de bailarinas. Un guiño más a ese potente lenguaje universal que es el baile.

Una tras otra, nuevas actuaciones, nuevas coreografías, una trama muy bien concebida y magistralmente ejecutada, todo ello ratificando lo que teníamos delante: un gran espectáculo.




Fue una Fiesta digna de los mejores escenarios, el broche de oro a un año de trabajo, aprendizaje y también diversión.

Sin duda, no es una tarea fácil llevar a cabo el montaje de un musical de este tipo, aunque desde fuera se vea como algo que sucede de forma muy rápida en solo 2 horas.

Invito a todos a que piensen por un momento en lo que cada uno de ustedes hubiera tenido que hacer si les hubieran encargado la organización de dicho espectáculo. Seguro que el panorama les cambia enseguida.
  • Idear la historia principal y darle cuerpo
  • Buscar la música y seleccionarla
  • Escribir la historia con la música.
  • Trasladarla a coreografía
  • Buscar una fecha viable
  • Buscar sala para representarlo
  • Contactar con invitados para la actuación, cerrar sus agendas y que te cuadre con la fecha que tienes disponible.
  • Enseñar la coreografía, no a un grupo, sino a muchos.
  • Ensayar y revisar la coreografía
  • Pensar en la escenografía del escenario.
  • Localizar profesionales de iluminación y sonido.
  • Trasladar a los profesionales de iluminación y sonido la historia y diseñar el juego de luces para cada actuación.
  • Vestuario: pensar en el estilismo adecuado a cada baile.
  • Empezar con búsqueda de vestuario y las correspondientes pruebas, no para un grupo, sino para muchos.
  • Coordinar una prueba general
  • Cronometrar la secuencia de actuación para que no haya paradas,
  • Bufffff……..


Teniendo en cuenta todas estas variables que intervienen es muy difícil contentar a todo el mundo. Tampoco creo que sea ese el objetivo.

He tenido el privilegio de estar presente en alguno de los ensayos y en el ensayo general del domingo por la mañana. Puedo asegurarles que cualquiera se volvería loco por menos de lo que he visto. Es cierto que a veces la crispación o la desesperación pretende tomar protagonismo y hacernos sucumbir a sus encantos, pero el tesón y sobre todo la confianza en lo que se hace y por qué se hace es el mejor antídoto para cualquier amenaza de este tipo (y sinceramente creo que en los componentes de la escuela de baile Ruben T, de ese antídoto hay de sobra).
Hay algo que a todos une: Todos están luchando y caminando hacia un mismo objetivo. El mostrar lo que saben, y que salga perfecto.

Desde estas líneas dar las gracias a Ruben, por ser el artífice de que un año más hayamos disfrutado de un verdadero espectáculo donde no ha faltado alegría, diversión, arte, expresión, profesionalidad, buena música, mejor baile, y como cada año ocurre, con el listón más alto.
Gracias a los profesores que han seguido sembrando la inquietud del aprendizaje en tod@s esos jóvenes que apuestan por el baile como medio de expresión y comunicación.




Y de manera muy especial quiero dar las gracias a los protagonistas que año tras año han hecho que la magia sin palabras cobre vida, que cada año nos han regalado su evolución en forma de historias escritas con pasos de baile, y que cada año demuestran que por  muchos problemas o dificultades que se encuentran en el camino amenazando su ilusión, siguen creyendo en sí mismos y en el baile como instrumento de formación, no solo en la propia disciplina, sino como personas.
Sin ellos no sería posible. Sin las ganas y la energía en querer mostrar siempre perfecto el resultado no sería lo mismo, y con seguridad, esas ganas, energía y compromiso les acompañarán en todas las facetas de su vida. A todos los chicos y chicas que nos han mostrado lo que saben y lo que son capaces de hacer, desde los que empiezan hasta los que ya están experimentados, a ustedes todos, que sin duda alguna se pueden considerar bailarines y bailarinas, GRACIAS. Gracias por mostrarnos lo que saben hacer y de la manera que lo hacen. Sigan marcando el tiempo de vuestro  camino a ritmo de buenos pasos y buscando siempre el mejor sendero y la mejor melodía para que les acompañe.
Obstáculos siempre se encontrarán. Lo importante es saber afrontarlos y pensar en justo el momento después a cuando lo hayan superado.

Y a todos, déjense llevar por sus mejores vibraciones, sacúdanse sus rutinas y desmelénense un rato, vuelvan a sentir los mejores momentos de cada uno e intenten repetirlos sin olvidarse de quiénes son. La música es una buena compañera, el baile es un buen calzado alternativo de motivación y a modo de misión piensen que, siempre, siempre, lo mejor está por venir.


Como decía una de las canciones del musical:
“Footloose, kick off your Sunday shoes", (algo así como libera tus piés, quítate los zapatos de los domingos)  y ¡baila!.


JSR - Julio 2016






martes, 28 de junio de 2016

¡A por el siguiente nivel!




El pasado 17 de Junio, nuestra hija Sara culminaba una de sus etapas académicas. Terminaba 4º de la E.S.O. y lo celebraban con una ceremonia de fin de curso.

Días atrás, al ir a recogerla al colegio, me transmitió una petición: en clase me habían propuesto para que en la celebración del acto de graduación organizado por el centro, les hablara en representación de los padres.
Por supuesto accedí (y, además, si es tu hija quién te lo pide, con todo lo que ello supone, pues vas, y punto).

En el segundo siguiente a decirle que no me importaba y que lo haría con gusto, la muy puñetera me desarmó con una sentencia burlona y entre risas, pero nada descabellada:
¡a ver si te emocionas y se te salta la lagrimita, que nunca te he visto llorar!.

En ese momento es cuando realmente sabes a lo que te expones.
Pero no me importó, solo me hizo pensar un poco más, y eso les garantizo que no me disgusta en absoluto.

En un primer repaso mental tuve claro el esquema de lo que quería decirles, eso, si, teniendo en cuenta los antecedentes del momento que se iba a vivir, y que les contextualizo:
Todos provenían del Colegio Pueris La Pardilla. Justo al acabar el curso anterior, el colegio Pueris La Pardilla fue comprado por el Colegio Brains, y a todos los alumnos y padres se les abrió un caudal de decisiones e indecisiones con el que para nada contaban :¿continuidad?.
Después de un proceso un tanto atípico a la vez que raro, y por momentos con ciertas dosis de incredulidad, un grupo de padres optamos por aceptar la vía de continuidad que el Brains ofrecía durante un año. Al final fueron 12 alumnos en un grupo único compartiendo 3º y 4º de la E.S.O. los que formaron parte de esa aventura.

Hoy les puedo decir que “nuestros” alumnos han dejado su marca personal en cuanto a su personalidad, su educación, su nivel de trabajo, su preparación, su nivel de notas, su capacidad de adaptación, y, como no, también su capacidad de reivindicación.
Un año en el que, a golpe de convivencia, construyeron un grupo homogéneo y lo único que les separaba era el nivel académico. Pero eso incluso les fortaleció más, porque sin saberlo se complementaban. Los alumnos de tercero daban cohesión y personalidad a los de cuarto, y éstos daban experiencia y superación a los de tercero. Eso no se aprende en ninguna asignatura.

Como muestra quedó ese viaje de fin de curso que también fue único.


Y llegó el día. Tenía claro lo que les quería decir, lo tenía más que pensado. No fue un discurso (de hecho no llevaba nada escrito), fue una reflexión en voz alta, mirándoles a los ojos y hablándoles no solo con palabras.
Reconozco que la voz la tuve temblorosa todo el rato. Tenía delante un grupo de jóvenes a los que conocía desde hacía mucho tiempo, no eran extraños, formaban parte de esa historia escrita por todos ellos en la que nos dejan salir como figurantes. Y una de esas jóvenes en particular, me tocaba muy de cerca.
Sara, ninguna lágrima consiguió saltar desde el balcón de mis ojos, pero aunque hubieran saltado, a esas precisamente no les tengo miedo. Ojalá hubieran más.


Les dejo la recopilación de lo que ese día quise compartir con ellos. No lo sabían, pero les hablaba de dónde estaban, de dónde venían y, en una adaptación que me pareció sencilla y gráfica, recordarles hacia dónde nos gustaría que fueran.


Si la memoria no me falla, fue algo así:




(Presente)


¡Qué guapos todos! ¡Casi ni se les conoce! (y era cierto).
¡Felicidades Chicos!.

¿Alguno se imaginaba hace algo más de un año que íbamos a estar realizando esta ceremonia precisamente aquí?
Las carambolas de eso que llaman convergencia de caminos han hecho que hoy estemos en el Colegio Brains festejando el que una nueva generación de alumnos, yo diría que bastante especial, han conquistado un nivel más de ese juego llamado aprendizaje, y que ya están dispuestos y pertrechados para plantar cara a cuantos retos se le planteen en el siguiente nivel, demostrando que están adquiriendo cada día un mejor dominio en el manejo de  esa maravillosa y mágica consola de juegos que es la Vida.
El Colegio Brains actúa hoy como una especie de notario y les da el visado que les reconoce la valentía y el empeño suficiente para iniciar esa nueva aventura. Es justo ser agradecido y creo que hablo en nombre de todos los padres al transmitir a la dirección del Colegio Brains nuestra gratitud: por haberlos acogido, por permitirles seguir con el esquema de estudio que traían del Colegio Pueris, por incorporarles a su mochila de aprendizaje nuevas opciones, y por permitirnos a nosotros padres, verlos evolucionar como lo han hecho. Ha sido un año digamos que “raro”. La experiencia ha sido corta, podría haber sido mejor, pero quedémonos con el resultado que creo ha sido satisfactorio, la prueba la tenemos delante.


(Pasado)


Para muchos de ustedes han pasado ya 12, 13, 14 años, incluso más, desde que empezaron en el Colegio Pueris. Puedo asegurar que aquí hay al menos 2 familias que han estado vinculadas a ese Colegio Pueris durante 19 años. ¡Casi nada!
Por eso quisiera tener una nota de agradecimiento muy especial para todos aquellos profesores que han formado parte del ya extinto Colegio Pueris La Pardilla, algunos de los cuales han estado este año con ustedes.
Esos mismos que los acogieron, les consolaban sus llantos y secaban sus lágrimas cuando el separarse de sus padres era un suplicio.
Esos que a más de uno les han cambiado pañales.
Esos que, también hay que decirlo, les han llamado la atención de forma enérgica cuando han considerado que había motivo suficiente, y seguro que con razón.
Esos que a través de los años empezaron a enseñarles cómo moldear su conocimiento y aprendizaje.
Se dice que la personalidad se forma en los primeros 4-5 años. Fíjense ustedes si esos profesores han sido importantes en su desarrollo que son los que han sido testigos y tutores de esa etapa tan marcada en sus vidas que les condicionará para siempre, y después continuaron siéndolo durante vuestro desarrollo como personas.
Creo que nunca llegaremos a valorar lo que su paso por nuestras vidas y la de nuestros hijos ha significado.
Imagínense que ahora mismo aquí hay un letrero luminoso enorme, con las letras más bonitas que se puedan imaginar, con las luces más brillantes que se puedan imaginar. En ese cartel ahora mismo hay escrito en mayúsculas…, ¡GRACIAS!.
Decirles gracias en nuestro nombre es poco, pero posiblemente esa sea la única palabra que resuma y, a la vez, explique todo lo que podamos decirles. Gracias por ser como han sido, y gracias por ayudarnos con nuestros hijos en su formación como personas.



Llegados a este punto, y antes de continuar, quisiera hacerles una petición.
Les voy a mostrar una lámina con el cartel de una gran película rodada muy recientemente y que podría llamarse: “Los 12 del Vestíbulo”. ¿Les suena?

Los protagonistas de "Los 12 del vestíbulo" aprovechando un parón durante el "rodaje".

Me gustaría que después, cuando estemos más relajados, ustedes, como protagonistas, la firmen, la dediquen entre todos y la entreguen a José, director de secundaria y en representación del Colegio Brains, como símbolo del paso de ustedes por este centro, porque, por si no se han dado cuenta, han hecho historia en este colegio: ustedes son la primera promoción de 3º de la Eso y la primera promoción de 4º de la E.S.O. del colegio Brains de las Palmas, y eso ya no se los quita nadie.



(Futuro)
¿Saben quien es la culpable de que ustedes fueran a la escuela? (Y también de que nosotros fuéramos en su momento).
La respuesta es sencilla: “Las matemáticas”.

En este momento creo que hay aquí algunos profesores, justo los que no son de matemáticas, que están a punto de lincharme. Estarán diciendo ¡pero qué se ha creído este loco!.¡le habrá sentado mal la comida!,

Tranquilos, todo tiene su explicación.
Lo que si está claro es que ¡ni en esta ceremonia se van a librar de las matemáticas!

Durante todo este tiempo han aprendido muchas fórmulas. La mayor parte de ellas con resultados exactos y predecibles: sumas, restas, más tarde ecuaciones, etc.

Pero desde que ustedes empezaron hay una fórmula que se les está aplicando y que les será válida durante toda vuestra vida. De hecho a nosotros los padres nos sigue aplicando, y a los profesores también. Es una fórmula viva:

(C+H) A

La C es el Conocimiento, todo eso que han ido aprendiendo y que seguirán aprendiendo: sumar, restar, geografía, historia, química, etc.
La H son las Habilidades, esas que han ido adquiriendo desde pequeños y que van desarrollando con el tiempo, unos hacia un sentido otros hacia otro, pero todos tienen.
¡Importante!: el conocimiento y las habilidades suman, siempre suman.


Y todo ello multiplicado por A
Si ustedes multiplican algo por 1 ¿que pasa?, que se queda igual.
¿Y si lo multiplican por un número menor que 1?, pues que el resultado es menor.
¿Y si lo multiplican por un número mayor que 1 qué pasa?, que el resultado aumenta.
Pues eso precisamente es lo que hace la A. La A es la Actitud.
La Actitud multiplica, y es lo que hace que ustedes sean grandes o pequeños, y no precisamente de tamaño. La Actitud es lo que hace que ustedes sean personas 10. Es la parte más importante de esa fórmula y, a medida que van creciendo, depende exclusivamente de ustedes.

Cada año van incrementando sus conocimientos. Cada año van poniendo en práctica nuevas habilidades o desarrollando más las que ya tienen, siempre mejorándolas.
Lo importante es el juego y uso que de ese conocimiento y habilidades hagan: La Actitud.

La personalidad ya la tienen hecha. La han adquirido en los primeros años de vuestra existencia y no la pueden cambiar. Pero sí pueden cambiar su comportamiento, la forma en que manifiestan esa personalidad o lo que es mejor, la forma en que la aprovechan para seguir sumando.

Nuestro único deseo como padres es que ustedes sean personas 10.

Así que, salgan ahí fuera, cómanse el mundo, demuestren que son una generación 10, y contagien a todo el que se les cruce de esa misma energía.
Y a los que les digan que lo que hay que tener es SUERTE, díganle que  Suerte significa Saber Utilizar Eficientemente Recursos para Tener Éxito. Y utilizar eficientemente los recursos no es otra cosa que administrar positivamente el conocimiento y las habilidades, aplicándole una gran dosis de buena actitud.

¡Enhorabuena! y, ¡a por el siguiente nivel!



Reverso de la Lamina entregada, dedicada por todos los protagonistas.