No creo en las casualidades, pero sí en la
infinidad de caminos que se cruzan y te permiten conocer otros viandantes en
este divertido juego, a veces competición, que se llama vida.
Y es en uno de esos cruces cuando conoces a
alguien que destaca sobre los demás, por sí mismo, sin que nadie te lo haya
dicho. Es entonces cuando te das cuenta de que, ya sea por puro egoísmo,
deberías compartir parte de tu camino a su lado, aunque los tramos sean cortos,
porque sabes que tu andar va a ser mejor desde entonces.
Así es como conoces a personas como Yeray
Ojeda. Iba a decir que una persona normal, pero es que no lo es. Hay cosas que
solo tienen las personas grandes (y no hablo de tamaño físico).
En apariencia es un chico de Telde a punto de
escribir las últimas líneas del capítulo 36 de su biografía, y que igual que
otros ha pasado por muchas etapas hasta ahora, con subidas y bajadas de ritmo
como si de la mejor sesión de spinning se tratara, pero que de una forma u otra
todas han estado ligadas a lo que se dedica hoy en día, que es su pasión y por
lo que se desvive y se ha desvivido desde hace casi 17 años ahora mismo,
formándose en distintas especialidades deportivas, para luego enseñarlas desde
el más profundo sentimiento de complicidad consigo mismo, de compromiso con los
que hasta él se acercan y, haciendo honor a su forma de ser, casi siempre
echando arrojo a las cosas.
“Siempre
tuve en la cabeza aquello de “montar un gimnasio”. Admiraba a la gente grande
que se dedicaba a ello, porque los veía como profetas en su tierra. Me iba solo
a Madrid y a Barcelona, para aprender más, hasta que me dí cuenta de que no era
fácil”.
Fue otro cruce de caminos lo que le brindó la
oportunidad de empezar en lo que desde entonces se ha convertido en una forma
de vida: el conocer, de la mano de otra profesional, Elsa Pastrana, también de
Telde, una clase de spinning en el polideportivo Paco Artiles. Y más tarde, realizando
un curso de spinning, nuevamente, otro camino se cruza con el suyo y conoce al
que fue su mentor, Pepe Betancor, quien, reconociendo su valía y potencial le
propuso para dar clase sin ni siquiera haber acabado el curso. Y desde
entonces, ha seguido dando clases de muy diversas maneras, formando de una
forma u otra a todos aquellos que han tenido la suerte de coincidir en su
camino, contagiándolos de esa energía y
credibilidad que pocos tienen, y con una característica muy especial, su forma
de acompañarte en lo que haces.
¿Consideras que tu vida está ligada al deporte
o el deporte ligado a tu vida?.
Creo que hay una simbiosis entre las dos cosas.
El deporte estaba ya en mí desde muy pequeño, supe muy pronto que eso era a lo
que me quería dedicar, y por eso mi vida está orientada al deporte, pero el
deporte está ligado a mí, porque si en mi vida no hubiera deporte, ya no sería
Yeray.
¿Cómo te definirías?
Trabajador ante todo. No he parado de trabajar
desde mi primera clase en Vecindario. Pero a la vez una persona que ayuda a
trabajar, que ayuda al que viene.
También me considero bastante temperamental,
todo lo que pienso lo digo. Es bueno, pero muchas veces he pecado de no
aprovechar la inteligencia emocional que puedes llegar a tener, pudiendo evitar
algún desencanto por no callarme.
¿Cual consideras que es tu mayor “defecto”?
No terminar otras cosas que empecé. Estoy donde
quiero estar, mi sueño, y con la persona que quiero, He llegado a él sin tener
que hacer esas cosas, pero me hubiera gustado terminar más proyectos que empecé
en su momento.
No me considero una persona insegura, pero sí
es verdad que me pienso mucho las cosas, no por fracasar, porque he fracasado
mil veces y lo volvería a hacer. Me las pienso por el simple hecho de los daños
colaterales que pueda causar. Al final la terminas haciendo, pero me lo pienso
mucho antes de hacerlo.
Si
consiguiera reunir a toda la gente que tú aprecias y quieres, y les preguntara
cómo es Yeray, ¿qué palabra es la que sería el denominador común en todos
ellos?
Creo que espontáneo y alegre, motivador. Esta última
palabra me la han dicho mucho, incluso me llegué a preocupar de que me lo
dijeran, porque pensaba que todos decían que les motivaba, pero ¿y como
entrenador también? ¿es que lo que hago como entrenador no vale?, hasta que
comprendí que no van separadas, tienen que ir juntas.
¿qué es un entrenador?
Para mí es la persona que, teniendo
conocimientos de aquello a lo que se dedica, lleva a una persona o a un grupo a
conseguir su objetivo. Incluso si es un objetivo múltiple.
¿Qué significa “se puede”?.
Es soñar algo tangible y trabajar para
conseguirlo. Trabajar llevando unas pautas que te marque ese entrenador, que se
puede equivocar o no, pero debe tener la
capacidad de saber reconducir.
¿Qué característica debe tener una persona que
sea entrenador?.
La palabra es empatía. Ponerte en el lugar de
la otra persona en el momento en el que está esa persona, o ese grupo.
Me considero muy empático. Empatizar con toda
la gente, sabiendo que cada persona es un mundo y tiene sus propias
condicionantes. Y de la misma forma, que si no lo consigo que o bien esa
persona o alguien que se de cuenta, me lo diga.
Yo trato a las personas como me gustaría que me
trataran. No me vale ser un “crack” en lo que hago si no tengo en cuenta a los
que están conmigo haciéndolo.
¿Hay más de un tipo de entrenador?
Yo distinguiría entre los que son motivadores y
empatizan, los que no empatizan pero sacan de ti lo máximo con mano de hierro,
los que lo intentan pero se quedan a medio por no saber del tema lo suficiente,
y los que quieren pero no valen para esto por no estar orientado a ello.
¿Entrenador
o monitor?.
Yo soy un entrenador-monitor. Antes te miraban
como que eras el monitor, y ser monitor era una etiqueta valorada, porque ya no
había más.
Ahora hay más etiquetas, y esas etiquetas van
acompañadas con sus títulos académicos.
Yo me hubiera quedado en “monitor”
tranquilamente. Mucha gente me decía que eso no valía porque lo que valía era
tener un título universitario. En mi caso soy técnico deportivo, porque tengo
mi título, pero sigo siendo monitor, el monitor de toda la vida. Se muy bien lo
que soy, no me siento infravalorado ni nada.
La gente me conoce por mi actividad, por mi
experiencia y por mi forma de entender el deporte. Pero es curioso que hay
gente que sí te pide que demuestres la titulación que tienes, simplemente para
valorar si quiere venir contigo. Hay de todo (hasta cochinos, dice mi padre).
¿Consideras
que la actividad deportiva en sala está cogiendo mayor relevancia o fuerza
respecto del público normal, o está entrando en una etapa clasisista?
Creo que nos tenemos que adaptar a las nuevas
tendencias, por aquello de renovarse o morir. Pero sí es verdad que hay mucho
yo, yo, yo, yo…
Lo que estoy viendo en redes sociales es gente
inventando la pólvora, porque parece que todo el mundo sabe. Hay una parte que
sí se está desvirtuando.
Yo me podría meter en un foro de abogacía y
empapelarme de leyes, pero nunca se me ocurriría decirle a un abogado esta boca
es mía.
¿Qué es lo que motiva al motivador, qué es lo
que te motiva?
El dinero no me motiva. Me motivan las
personas. Que la persona consiga ser feliz en el momento en que estamos juntos.
No digo que consiga el objetivo, sino que sea feliz en ese ratito en que
estamos juntos.
Motivación interior o necesitas que alguien te
motive.
Creo que ambas. Si me veo acompañado, me motivo
muchísimo. Pero solo también puedo conseguirlo.
Mi motivación viene del bienestar de los grupos
o de las personas. El que la gente quiera hacer deporte.
Desde el
punto de vista de la persona que viene a un centro a hacer actividad física, ¿ha
cambiado mucho lo que busca?.
Ahora hay más información. Pero también es un
arma de doble filo, porque muchas veces se confunde la información con el “yo
ya sé”.
Sigue existiendo el que te deja tirado todo en
la sala por mucho que tu pongas carteles de por favor recoger lo que se tira,
sigue habiendo el típico en sala que asesora a gente sin tener que asesorar, los
vende humos, etc.
Creo que al final la gente viene buscando
salud, estar bien, el Mindfulness tan de moda ahora.
Qué pena que antes la gente no te prestara
atención cuando tú decías “estirar es bueno…, poner unas velitas cuando estás
estirando es bueno…, poner música relajante cuando estiras es bueno…, coge aire…,
expulsa aire…, no todo es ‘caña’…”. Ahora, como se ha comercializado, casi te lo
exigen, sin saber que el Mindfulness está presente en muchas disciplinas. El
Pilates es puro Mindfulness. Pero si no lo vendes específico, es como si no sirviera
o no tuviera nada que ver.
¿Consideras que la elegancia está reñida con el
deporte?
No.
Creo que en cualquier acción primero hay que
tratar el quien, y luego tratar el cómo.
Para mí, el cómo es la elegancia. Cómo haces las cosas, cómo creas el
ambiente donde estás, dejarte conocer, etc. A eso asocio la elegancia en el
deporte. En otros aspectos, tendría que ser la gente de la calle quien lo
dijera.
Tu lugar favorito para hacer deporte.
Me encantaría decirte “el aire libre”. ¡Si tu
supieses las que yo he montado en el parque de La Barranquera, llevándome todo
mi material y colocándolo en el parque, preparando pruebas de obstáculos!.
Pero, qué ocurre, que mi vida profesional se ha
desarrollado también en centros. Muchos años he estado sin saber si hacía sol o
no, si estaba lloviendo o no, porque estaba trabajando en interiores. Seria un
error decir que no me encanta trabajar en un centro.
Por ello diría que sería un 60% en un centro, y
un 40% al aire libre.
Tu lugar favorito para no hacer deporte.
¿Dónde
no se puede hacer deporte?
Creo que se puede hacer deporte en cualquier
lado, por mucho que quiera desconectar. Hasta una valla puede ser hermosa para
idear una actividad deportiva.
Afortunadamente en mi proyecto de vida me
acompaña una persona, Raquel, que piensa igual que yo, vamos a una con esto y
no tengo problemas.
¿Sabes lo que vale una hora de tu tiempo
libre?.
Uy!, uy!,
uy! …
Ahora mismo creo que está cotizada en bolsa. El
tiempo libre que no estoy trabajando en deporte, o vinculado al deporte,
intento aprovecharlo en hacer deporte: ir a una carrera, ver a un compañero
correr, un partido de futbol siete o futbol sala.
Pero hay una hora que vale mucho para mi, es el
momento en que tranquilamente me acuesto por la noche, me recoloco y mis diez
minutitos de antes de irme a dormir, totalmente tranquilo, respirando
relajadamente, a lo mejor con algo en la radio o en la tele, pero son mis diez
minutos, y me valen como si fuese una semana.
El día
que no tengo eso por algún imprevisto, no es lo mismo.
Si
apareciera alguien a quien respetas en el mundo deportivo, y te dijera “Yeray
estamos formando un equipo de … (una disciplina concreta), y necesitamos una
persona que se incorpore al equipo”. ¿qué disciplina sería para que tú dijeras
“cuenta conmigo”?
No te puedo mentir. O fútbol sala o fútbol.
Pero tendría que ser muy, muy, grande lo que me ofrezca para dejar ahora mismo
esto, que es el sueño de mi vida, y así y todo, me lo pensaría muchísimo o
pondría muchas condiciones. De hecho no se si lo aceptaría, porque este centro
ahora es mi sueño.
¿Qué significa sueño?
Es lo
que está por llegar.
El de Yeray ahora, es que, junto con Raquel,
consigamos que FairPlay sea un
referente en crear deportistas, crear gente que quiera entrenar y sentirse bien
consigo mismo haciendo deporte.
Esto es nuestro sueño. Creo que Telde se lo
merece. Tuvo una época dorada en la concejalía del deporte, que yo pude ver,
porque había un equipo increíble. Después he visto esas mismas ganas en otros
centros de Telde y Las Palmas en los que he estado, tanto en profesionales como
en usuarios. He comprobado como toda esa gente ve, siente y vive el deporte de
una manera muy especial. Creo que estando ahora aquí, y desde nuestro centro
Fair Play, se puede hacer algo bonito en Telde.
Ese es nuestro sueño y nuestro reto: Crear
marca, ser referente, y que la gente vea Fair
Play como un medio de estar a gusto y alcanzar ser feliz haciendo deporte.
¿Sueño y Felicidad. Tienes claro lo que
significa Felicidad para ti?
La Felicidad es estar en paz contigo mismo. Las
personas van y vienen, te pueden seguir un tiempo, etc. pero tú tienes que
estar bien para después poder transmitir eso. Si tu transmites felicidad, la
gente que te rodea también se contagia. Es estar bien sin demonios que te
desestabilicen, o al menos que los tengas controlados.
¿Qué ha significado el que fue tu mentor en tu
carrera?
Doy
gracias porque le he podido dar las gracias.
De lo que es Yeray ahora, mucha “culpa” la
tiene él, y a partir de él otros muchos que me han rodeado y me han ayudado,
desde mi mejor amigo, José Manuel, que es quien siempre me picaba para ver
quien ganaba, a los miles de usuarios que han estado conmigo, a todos los
compañeros que he tenido, mi familia, y por supuesto la persona que me acompaña
en mi vida, Raquel.
Hoy por hoy, ¿qué te falta por probar que te
gustaría probar?.
Una de mis pasiones es viajar, y me gustaría
probar comidas de otros países, en esos países.
Pero indiscutiblemente, me gustaría probar a
hacer algo grande, reuniendo gente de mi confianza, tipo Masterclass a lo
bestia, para mucha gente, y con gente que sepa, que puedan llegarle a mucha
gente.
¿Dónde lo harías?
Toda persona que se preste a dar un servicio o
haga algo para la gente, lo primero tiene que hacerlo en su tierra. Y qué mejor
que en Telde, por ejemplo, en la playa de Melenara. Ese sería un excelente
lugar, en verano, al menos 2 días.
El problema de Telde, y supongo que en otros
municipios pasa lo mismo, es que los mandatarios son como son. A veces no son
capaces de ver las posibilidades que un evento de ese tipo abre al Municipio, y
anteponen sus condiciones económicas y de otro tipo a la iniciativa en sí.
No quiero imaginar lo que me pueden pedir ante
un evento de este tipo.
El año pasado hicimos una recogida de juguetes
a beneficio de SOS Aldeas infantiles de Telde, y nos sorprendimos. La respuesta
fue muy grande, y creo que podemos plantearnos hacer algo más grande de cara a
futuro.
A fin de cuentas, eso sería parte de nuestro
proyecto Fair Play. El todo es ponerse.
¿Dónde y cómo te ves dentro de 2 años?
Me gusta
llevar la humildad por delante, que es como me criaron.
No te digo que quiera un centro más grande.
Pero si me gustaría verme con mi familia, y ver con Raquel que nuestro sueño se
está haciendo realidad, en proceso continuo de crecimiento y renovación,
haciendo lo que queremos.
--- o O
o –
Mientras mantenía con Yeray la charla descrita
en los párrafos anteriores, se fortaleció aún más el convencimiento de que,
realmente, no es una persona normal. Es de esas personas que todos queremos en
nuestra vida para que de vez en cuando nos despierte de la falsa realidad que a
veces nos creamos, y para que nos haga sacar nuestro límite de capacidades del
letargo en que normalmente se encuentra.
Dice que es muy temperamental. Yo digo que es
muy activo, más que un correcaminos con cosquillas, pero conocedor de sus
límites y con un sentido muy claro de vocación. De las personas que te
acompañan y no te dejan a tu sola interpretación, especialmente cuando de
deporte se trata, pero indudablemente, su capacidad de involucración no es
exclusiva de ese ámbito.
Creo que fue Lincoln quien dijo “si me dieran ocho horas para cortar un
árbol, usaría 6 para afilar el hacha”.
Por eso, si los sueños son árboles, no se trata
de empezar a cortarlos de cualquier forma, y creo que 17 años afilando tu
experiencia y conocimientos es más que suficiente para estar seguro que, entre
tú y Raquel, el árbol de Fair Play lo van a cortar, con tajos muy limpios y
seguros, y, por supuesto, divirtiéndose mientras lo están haciendo.
Ah!, y no se preocupen, que seguro que de la
madera del Fair Play van a salir elementos seguros, fuertes, elegantes y
felices. Lo mejor de todo es que el árbol del Fair Play no muere al cortarse,
sino que brotan nuevas ramas dando contenido a toda la curiosidad y evolución
que desde sus creativas mentes también irá creciendo, y dando sombra a todos los
que se acerquen a su cobijo buscando ese ratito de felicidad, o, simplemente, participando
en una Masterclass.
Es verdad que el pasado es historia, que el
futuro todavía no existe y que lo único cierto es el presente.
Pero también es cierto que el presente caduca
muy rápido convirtiéndose en pasado, y que el futuro se construye con momentos
infinitesimales del presente.
El largo plazo no existe, solo pasos y
obstáculos para los que hay que entrenarse en la mejor carrera que existe, la
de todos los días, pero con la mirada puesta en el horizonte, porque al fin y
al cabo, lo importante no es llegar, sino disfrutar mientras llegas. A veces el
horizonte toma formas muy caprichosas, como si fueran espejismos o sueños. Pero
la diferencia entre sueño y realidad está en el primer paso que das para
alcanzarlo, y ese ya lo han dado, así que, solo queda caminar.
Particularmente tengo un nuevo sueño: estoy
deseoso de poder abrazarles después del acto de clausura de dos maravillosos
días de convivencia en el “1er Fair Play
Sport-Life Experience”. ¡Que pasada!,
Y es que, da igual que sea “dos cines y un par
de conciertos” (o un invierno, una sesión, un camino, un sueño…,un evento…). Lo
importante es, como decía aquella canción…, que “La fuerza del destino, nos hizo
repetir…”
Juan Sanabria - Mayo/18