No te lo pierdas

viernes, 4 de mayo de 2018

YERAY OJEDA: Entrenando Sueños



 



No creo en las casualidades, pero sí en la infinidad de caminos que se cruzan y te permiten conocer otros viandantes en este divertido juego, a veces competición, que se llama vida.

Y es en uno de esos cruces cuando conoces a alguien que destaca sobre los demás, por sí mismo, sin que nadie te lo haya dicho. Es entonces cuando te das cuenta de que, ya sea por puro egoísmo, deberías compartir parte de tu camino a su lado, aunque los tramos sean cortos, porque sabes que tu andar va a ser mejor desde entonces.

Así es como conoces a personas como Yeray Ojeda. Iba a decir que una persona normal, pero es que no lo es. Hay cosas que solo tienen las personas grandes (y no hablo de tamaño físico).

En apariencia es un chico de Telde a punto de escribir las últimas líneas del capítulo 36 de su biografía, y que igual que otros ha pasado por muchas etapas hasta ahora, con subidas y bajadas de ritmo como si de la mejor sesión de spinning se tratara, pero que de una forma u otra todas han estado ligadas a lo que se dedica hoy en día, que es su pasión y por lo que se desvive y se ha desvivido desde hace casi 17 años ahora mismo, formándose en distintas especialidades deportivas, para luego enseñarlas desde el más profundo sentimiento de complicidad consigo mismo, de compromiso con los que hasta él se acercan y, haciendo honor a su forma de ser, casi siempre echando arrojo a las cosas.

Siempre tuve en la cabeza aquello de “montar un gimnasio”. Admiraba a la gente grande que se dedicaba a ello, porque los veía como profetas en su tierra. Me iba solo a Madrid y a Barcelona, para aprender más, hasta que me dí cuenta de que no era fácil”.

Fue otro cruce de caminos lo que le brindó la oportunidad de empezar en lo que desde entonces se ha convertido en una forma de vida: el conocer, de la mano de otra profesional, Elsa Pastrana, también de Telde, una clase de spinning en el polideportivo Paco Artiles. Y más tarde, realizando un curso de spinning, nuevamente, otro camino se cruza con el suyo y conoce al que fue su mentor, Pepe Betancor, quien, reconociendo su valía y potencial le propuso para dar clase sin ni siquiera haber acabado el curso. Y desde entonces, ha seguido dando clases de muy diversas maneras, formando de una forma u otra a todos aquellos que han tenido la suerte de coincidir en su camino,  contagiándolos de esa energía y credibilidad que pocos tienen, y con una característica muy especial, su forma de acompañarte en lo que haces.



 ¿Consideras que tu vida está ligada al deporte o el deporte ligado a tu vida?.
Creo que hay una simbiosis entre las dos cosas. El deporte estaba ya en mí desde muy pequeño, supe muy pronto que eso era a lo que me quería dedicar, y por eso mi vida está orientada al deporte, pero el deporte está ligado a mí, porque si en mi vida no hubiera deporte, ya no sería Yeray.

¿Cómo te definirías?
Trabajador ante todo. No he parado de trabajar desde mi primera clase en Vecindario. Pero a la vez una persona que ayuda a trabajar, que ayuda al que viene.
También me considero bastante temperamental, todo lo que pienso lo digo. Es bueno, pero muchas veces he pecado de no aprovechar la inteligencia emocional que puedes llegar a tener, pudiendo evitar algún desencanto por no callarme.

¿Cual consideras que es tu mayor “defecto”?
No terminar otras cosas que empecé. Estoy donde quiero estar, mi sueño, y con la persona que quiero, He llegado a él sin tener que hacer esas cosas, pero me hubiera gustado terminar más proyectos que empecé en su momento.
No me considero una persona insegura, pero sí es verdad que me pienso mucho las cosas, no por fracasar, porque he fracasado mil veces y lo volvería a hacer. Me las pienso por el simple hecho de los daños colaterales que pueda causar. Al final la terminas haciendo, pero me lo pienso mucho antes de hacerlo.

Si consiguiera reunir a toda la gente que tú aprecias y quieres, y les preguntara cómo es Yeray, ¿qué palabra es la que sería el denominador común en todos ellos?
Creo que espontáneo y alegre, motivador. Esta última palabra me la han dicho mucho, incluso me llegué a preocupar de que me lo dijeran, porque pensaba que todos decían que les motivaba, pero ¿y como entrenador también? ¿es que lo que hago como entrenador no vale?, hasta que comprendí que no van separadas, tienen que ir juntas.

¿qué es un entrenador?
Para mí es la persona que, teniendo conocimientos de aquello a lo que se dedica, lleva a una persona o a un grupo a conseguir su objetivo. Incluso si es un objetivo múltiple.

¿Qué significa “se puede”?.
Es soñar algo tangible y trabajar para conseguirlo. Trabajar llevando unas pautas que te marque ese entrenador, que se puede equivocar o no, pero  debe tener la capacidad de saber reconducir.

¿Qué característica debe tener una persona que sea entrenador?.
La palabra es empatía. Ponerte en el lugar de la otra persona en el momento en el que está esa persona, o ese grupo.
Me considero muy empático. Empatizar con toda la gente, sabiendo que cada persona es un mundo y tiene sus propias condicionantes. Y de la misma forma, que si no lo consigo que o bien esa persona o alguien que se de cuenta, me lo diga.

Yo trato a las personas como me gustaría que me trataran. No me vale ser un “crack” en lo que hago si no tengo en cuenta a los que están conmigo haciéndolo.

¿Hay más de un tipo de entrenador?
Yo distinguiría entre los que son motivadores y empatizan, los que no empatizan pero sacan de ti lo máximo con mano de hierro, los que lo intentan pero se quedan a medio por no saber del tema lo suficiente, y los que quieren pero no valen para esto por no estar orientado a ello.

¿Entrenador o monitor?.
Yo soy un entrenador-monitor. Antes te miraban como que eras el monitor, y ser monitor era una etiqueta valorada, porque ya no había más.
Ahora hay más etiquetas, y esas etiquetas van acompañadas con sus títulos académicos.

Yo me hubiera quedado en “monitor” tranquilamente. Mucha gente me decía que eso no valía porque lo que valía era tener un título universitario. En mi caso soy técnico deportivo, porque tengo mi título, pero sigo siendo monitor, el monitor de toda la vida. Se muy bien lo que soy, no me siento infravalorado ni nada.

La gente me conoce por mi actividad, por mi experiencia y por mi forma de entender el deporte. Pero es curioso que hay gente que sí te pide que demuestres la titulación que tienes, simplemente para valorar si quiere venir contigo. Hay de todo (hasta cochinos, dice mi padre).

¿Consideras que la actividad deportiva en sala está cogiendo mayor relevancia o fuerza respecto del público normal, o está entrando en una etapa clasisista?
Creo que nos tenemos que adaptar a las nuevas tendencias, por aquello de renovarse o morir. Pero sí es verdad que hay mucho yo, yo, yo, yo…
Lo que estoy viendo en redes sociales es gente inventando la pólvora, porque parece que todo el mundo sabe. Hay una parte que sí se está desvirtuando.

Yo me podría meter en un foro de abogacía y empapelarme de leyes, pero nunca se me ocurriría decirle a un abogado esta boca es mía.

¿Qué es lo que motiva al motivador, qué es lo que te motiva?
El dinero no me motiva. Me motivan las personas. Que la persona consiga ser feliz en el momento en que estamos juntos. No digo que consiga el objetivo, sino que sea feliz en ese ratito en que estamos juntos.

Motivación interior o necesitas que alguien te motive.
Creo que ambas. Si me veo acompañado, me motivo muchísimo. Pero solo también puedo conseguirlo.
Mi motivación viene del bienestar de los grupos o de las personas. El que la gente quiera hacer deporte.

Desde el punto de vista de la persona que viene a un centro a hacer actividad física, ¿ha cambiado mucho lo que busca?.
Ahora hay más información. Pero también es un arma de doble filo, porque muchas veces se confunde la información con el “yo ya sé”.
Sigue existiendo el que te deja tirado todo en la sala por mucho que tu pongas carteles de por favor recoger lo que se tira, sigue habiendo el típico en sala que asesora a gente sin tener que asesorar, los vende humos, etc.

Creo que al final la gente viene buscando salud, estar bien, el Mindfulness tan de moda ahora.

Qué pena que antes la gente no te prestara atención cuando tú decías “estirar es bueno…, poner unas velitas cuando estás estirando es bueno…, poner música relajante cuando estiras es bueno…, coge aire…, expulsa aire…, no todo es ‘caña’…”. Ahora, como se ha comercializado, casi te lo exigen, sin saber que el Mindfulness está presente en muchas disciplinas. El Pilates es puro Mindfulness. Pero si no lo vendes específico, es como si no sirviera o no tuviera nada que ver.



 
¿Consideras que la elegancia está reñida con el deporte?
No.
Creo que en cualquier acción primero hay que tratar el quien, y luego tratar el cómo.  Para mí, el cómo es la elegancia. Cómo haces las cosas, cómo creas el ambiente donde estás, dejarte conocer, etc. A eso asocio la elegancia en el deporte. En otros aspectos, tendría que ser la gente de la calle quien lo dijera.

Tu lugar favorito para hacer deporte.
Me encantaría decirte “el aire libre”. ¡Si tu supieses las que yo he montado en el parque de La Barranquera, llevándome todo mi material y colocándolo en el parque, preparando pruebas de obstáculos!.
Pero, qué ocurre, que mi vida profesional se ha desarrollado también en centros. Muchos años he estado sin saber si hacía sol o no, si estaba lloviendo o no, porque estaba trabajando en interiores. Seria un error decir que no me encanta trabajar en un centro.

Por ello diría que sería un 60% en un centro, y un 40% al aire libre.

Tu lugar favorito para no hacer deporte.
¿Dónde no se puede hacer deporte?

Creo que se puede hacer deporte en cualquier lado, por mucho que quiera desconectar. Hasta una valla puede ser hermosa para idear una actividad deportiva.

Afortunadamente en mi proyecto de vida me acompaña una persona, Raquel, que piensa igual que yo, vamos a una con esto y no tengo problemas.

¿Sabes lo que vale una hora de tu tiempo libre?.
Uy!, uy!, uy! …
Ahora mismo creo que está cotizada en bolsa. El tiempo libre que no estoy trabajando en deporte, o vinculado al deporte, intento aprovecharlo en hacer deporte: ir a una carrera, ver a un compañero correr, un partido de futbol siete o futbol sala.

Pero hay una hora que vale mucho para mi, es el momento en que tranquilamente me acuesto por la noche, me recoloco y mis diez minutitos de antes de irme a dormir, totalmente tranquilo, respirando relajadamente, a lo mejor con algo en la radio o en la tele, pero son mis diez minutos, y me valen como si fuese una semana.

El día que no tengo eso por algún imprevisto, no es lo mismo.

Si apareciera alguien a quien respetas en el mundo deportivo, y te dijera “Yeray estamos formando un equipo de … (una disciplina concreta), y necesitamos una persona que se incorpore al equipo”. ¿qué disciplina sería para que tú dijeras “cuenta conmigo”?
No te puedo mentir. O fútbol sala o fútbol. Pero tendría que ser muy, muy, grande lo que me ofrezca para dejar ahora mismo esto, que es el sueño de mi vida, y así y todo, me lo pensaría muchísimo o pondría muchas condiciones. De hecho no se si lo aceptaría, porque este centro ahora es mi sueño.

¿Qué significa sueño?
Es lo que está por llegar.

El de Yeray ahora, es que, junto con Raquel, consigamos que FairPlay sea un referente en crear deportistas, crear gente que quiera entrenar y sentirse bien consigo mismo haciendo deporte.

Esto es nuestro sueño. Creo que Telde se lo merece. Tuvo una época dorada en la concejalía del deporte, que yo pude ver, porque había un equipo increíble. Después he visto esas mismas ganas en otros centros de Telde y Las Palmas en los que he estado, tanto en profesionales como en usuarios. He comprobado como toda esa gente ve, siente y vive el deporte de una manera muy especial. Creo que estando ahora aquí, y desde nuestro centro Fair Play, se puede hacer algo bonito en Telde.

Ese es nuestro sueño y nuestro reto: Crear marca, ser referente, y que la gente vea Fair Play como un medio de estar a gusto y alcanzar ser feliz haciendo deporte.
 



¿Sueño y Felicidad. Tienes claro lo que significa Felicidad para ti?
La Felicidad es estar en paz contigo mismo. Las personas van y vienen, te pueden seguir un tiempo, etc. pero tú tienes que estar bien para después poder transmitir eso. Si tu transmites felicidad, la gente que te rodea también se contagia. Es estar bien sin demonios que te desestabilicen, o al menos que los tengas controlados.

¿Qué ha significado el que fue tu mentor en tu carrera?
Doy gracias porque le he podido dar las gracias.

De lo que es Yeray ahora, mucha “culpa” la tiene él, y a partir de él otros muchos que me han rodeado y me han ayudado, desde mi mejor amigo, José Manuel, que es quien siempre me picaba para ver quien ganaba, a los miles de usuarios que han estado conmigo, a todos los compañeros que he tenido, mi familia, y por supuesto la persona que me acompaña en mi vida, Raquel.
 



Hoy por hoy, ¿qué te falta por probar que te gustaría probar?.
Una de mis pasiones es viajar, y me gustaría probar comidas de otros países, en esos países.

Pero indiscutiblemente, me gustaría probar a hacer algo grande, reuniendo gente de mi confianza, tipo Masterclass a lo bestia, para mucha gente, y con gente que sepa, que puedan llegarle a mucha gente.


¿Dónde lo harías?
Toda persona que se preste a dar un servicio o haga algo para la gente, lo primero tiene que hacerlo en su tierra. Y qué mejor que en Telde, por ejemplo, en la playa de Melenara. Ese sería un excelente lugar, en verano, al menos 2 días.
El problema de Telde, y supongo que en otros municipios pasa lo mismo, es que los mandatarios son como son. A veces no son capaces de ver las posibilidades que un evento de ese tipo abre al Municipio, y anteponen sus condiciones económicas y de otro tipo a la iniciativa en sí.

No quiero imaginar lo que me pueden pedir ante un evento de este tipo.

El año pasado hicimos una recogida de juguetes a beneficio de SOS Aldeas infantiles de Telde, y nos sorprendimos. La respuesta fue muy grande, y creo que podemos plantearnos hacer algo más grande de cara a futuro.
A fin de cuentas, eso sería parte de nuestro proyecto Fair Play. El todo es ponerse.


¿Dónde y cómo te ves dentro de 2 años?
Me gusta llevar la humildad por delante, que es como me criaron.
No te digo que quiera un centro más grande. Pero si me gustaría verme con mi familia, y ver con Raquel que nuestro sueño se está haciendo realidad, en proceso continuo de crecimiento y renovación, haciendo lo que queremos.

 




 --- o O o –



Mientras mantenía con Yeray la charla descrita en los párrafos anteriores, se fortaleció aún más el convencimiento de que, realmente, no es una persona normal. Es de esas personas que todos queremos en nuestra vida para que de vez en cuando nos despierte de la falsa realidad que a veces nos creamos, y para que nos haga sacar nuestro límite de capacidades del letargo en que normalmente se encuentra.

Dice que es muy temperamental. Yo digo que es muy activo, más que un correcaminos con cosquillas, pero conocedor de sus límites y con un sentido muy claro de vocación. De las personas que te acompañan y no te dejan a tu sola interpretación, especialmente cuando de deporte se trata, pero indudablemente, su capacidad de involucración no es exclusiva de ese ámbito.


Creo que fue Lincoln quien dijo “si me dieran ocho horas para cortar un árbol, usaría 6 para afilar el hacha”.

Por eso, si los sueños son árboles, no se trata de empezar a cortarlos de cualquier forma, y creo que 17 años afilando tu experiencia y conocimientos es más que suficiente para estar seguro que, entre tú y Raquel, el árbol de Fair Play lo van a cortar, con tajos muy limpios y seguros, y, por supuesto, divirtiéndose mientras lo están haciendo.


Ah!, y no se preocupen, que seguro que de la madera del Fair Play van a salir elementos seguros, fuertes, elegantes y felices. Lo mejor de todo es que el árbol del Fair Play no muere al cortarse, sino que brotan nuevas ramas dando contenido a toda la curiosidad y evolución que desde sus creativas mentes también irá creciendo, y dando sombra a todos los que se acerquen a su cobijo buscando ese ratito de felicidad, o, simplemente, participando en una Masterclass.


Es verdad que el pasado es historia, que el futuro todavía no existe y que lo único cierto es el presente.

Pero también es cierto que el presente caduca muy rápido convirtiéndose en pasado, y que el futuro se construye con momentos infinitesimales del presente.

El largo plazo no existe, solo pasos y obstáculos para los que hay que entrenarse en la mejor carrera que existe, la de todos los días, pero con la mirada puesta en el horizonte, porque al fin y al cabo, lo importante no es llegar, sino disfrutar mientras llegas. A veces el horizonte toma formas muy caprichosas, como si fueran espejismos o sueños. Pero la diferencia entre sueño y realidad está en el primer paso que das para alcanzarlo, y ese ya lo han dado, así que, solo queda caminar.


Particularmente tengo un nuevo sueño: estoy deseoso de poder abrazarles después del acto de clausura de dos maravillosos días de convivencia en el “1er Fair Play Sport-Life Experience”. ¡Que pasada!,


Y es que, da igual que sea “dos cines y un par de conciertos” (o un invierno, una sesión, un camino, un sueño…,un evento…). Lo importante es, como decía aquella canción…, que “La fuerza del destino, nos hizo repetir…”

 

 


Juan Sanabria - Mayo/18