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domingo, 4 de diciembre de 2022

LA INSÍPIDA INUTILIDAD DEL SER..., Y DEL SER HUMANO.



Siempre he pensado que el deporte, y el fútbol es uno de ellos, debería ser una fórmula de formación, de fomentar valores de crecimiento en los que lo practican, de cultivar nuevas formas de entendimiento, además de un estímulo físico para nuestro bienestar.

Pero desgraciadamente, el fútbol se está convirtiendo en algunos casos en una degradación permanente de justamente todo eso.

Les pongo un ejemplo.

Partido de liga juvenil, jóvenes que rondan los 16 años. Comienza el partido y la "afición" del equipo local no hace más que meterse con el equipo visitante. El entrenador del local incluso intenta mandar a la grada mensajes de "tranquilidad".

Equipo local va ganando, y así y todo, expulsan a uno de sus jugadores..., su entrenador, parece que cambia el discurso y empieza a increpar y a insultar..., tanto es así, que el árbitro también lo expulsa. Sube a la grada y se convierte en el líder indiscutible y promotor de todas os insultos, y ahora amenazas a todo ser viviente que no sea su equipo y afición.

Situación: el árbitro suspende el partido y decide no reanudarlo hasta que se persone la policía. La policía se persona, pero el ambiente está tan "subido" que finalmente decide no reanudarlo.

Un espectáculo fabuloso para jóvenes de 16 años, y más cuando en la grada están sus propios padres que ven cómo increpan, insultan y amenazan sin razón a otros chicos que... "solo querían venir a jugar un partido de fútbol".

Lo curioso es que dicho equipo tiene "fama" de generar "bronca" allá donde va. Pero parece que los que tienen que tomar cartas en el asunto están ocupados en mirar para otro lado.  Posiblemente el lado en el que intereses particulares en forma de hacer caja, se anteponen al de los de los propios chicos.

¿Qué ha pasado para que los propios padres, esos que supuestamente son responsable de la educación de sus hijos, se conviertan en mercenarios sin frontera (y sin fortuna) de no se que cruzada estúpida? ¿Tan necesario es demostrar que su hijo es el mejor, aunque sea a patadas, a insultos, o a lo que sea...?

Desgraciadamente esos jóvenes están bebiendo de un ejemplo que no es el que mejor les va a ayudar en su futuro, y si siguen esas enseñanzas pronto se darán cuenta de que sus sueños se esfuman, de que nadie los seguirá en ese mismo deporte, porque, simplemente, no saben jugar..., solo saben insultar o golpear, y por tanto, que han estado en una carrera hacia ningún lugar de la que, ni siquiera sus padres, les podrán ayudar.

Y lo más curioso es que existe una fantástica Federación, que se limita a "aplicar" un reglamento que, creo se ha demostrado más de una vez, es inútil para situaciones como ésta. Pero claro..., hay en juego mucho más..., y ese "más" se pone por encima de la formación y educación de todos esos jóvenes.

Después nos quejamos de cuánta juventud hay arruinada, de no saber cómo han llegado a una situación de estar en círculos "no recomendables" o lo que es peor, inmersos en mundos sin retorno.

Eso ocurre cuando pensamos que en un equipo de fútbol solo hay jugadores que cuestan dinero y que hay que rentabilizarlos, o que, si no estás en las primeras posiciones de la tabla son unos mierdas y perdedores. Esa es la visión de éxito que se transmite, afortunadamente no en todos los equipos, pero sí en aquellos que solo ven carne de negocio, o carne para alimentar el ego personal de según qué personajes.

¿Se dan cuenta de que decimos que hemos eliminado la esclavitud, y en los tiempos actuales estamos consintiendo otra clase de esclavitud? La de fichas sobre jóvenes que no pueden decidir dónde jugar, salvo que su equipo los "venda". Pues eso..., esclavitud consentida, pero claro, la excusa es "que no es lo mismo".... Pues va a ser eso.

En un equipo de fútbol hay PERSONAS, personas que, mañana, no todas van a ser jugadores profesionales, y que muchos de ellos estarán en otras facetas profesionales... ¿Les gustaría dentro de unos años ir a un medico, o solicitar los servicios de un fontanero, o un carpintero, y que cuando les vea simplemente se dedique a increparles o insultarles porque les han hecho venir muy temprano, o porque, simplemente, tienen que trabajar? Si es así, pues adelante, nos mereceremos toda la mierda que estamos enseñando de esa forma.

Solo espero que dentro de unos años no se encuentren a sus propios hijos tumbados en una acera y lamentándose al darse cuenta de que, como dice una canción, 

"La vida me ha enseñado que solo en el diccionario está la palabra éxito antes que trabajo".

Chicos, independientemente del discurso que puedan oír de sus padres, les invito a pensar y reflexionar sobre la palabra "éxito", pero también sobre la de "sueño". MI humilde consejo es que trabajen para el sueño de cada uno de ustedes, no para el sueño de todos los que tienen a su alrededor y que, en la mayoría de los casos, no cuentan con ustedes salvo mientras les resulten rentables. Ser bueno no significa ser el mejor, sino ser consciente de lo que eres, y hacer todo lo posible por mejorar, pero sin pisar a otros.

Acuérdense, como decía el proverbio..., "si quiere llegar deprisa, vete solo.., si quieres llegar lejos, ve en grupo".

Y mientras eso llega, diviértanse jugando al fútbol si es lo que les gusta, pero sin entrar en el otro juego.



JSR - 4 Dic 2022