Hace relativamente poco estaba hablando con un buen amigo sobre determinadas conductas que están provocándose en el mundo de la fotografía y el desmedido afán en llevarse una foto del "yo estuve allí". Es como si ya no importara ver lo que tienes delante, sino anteponerte tú a lo que realmente interesa para poder presumir después de esa manida frase, perdiéndote lo que realmente importa que es admirar lo que tenías delante de los ojos.
Durante la celebración del desfile del Carnaval Fashion World 2015 en Las Palmas tuve ocasión de verlo, esta vez en un nivel que ronda el absurdo.
Fue a través del visor de mi cámara cuando vi algo de lo que no daba crédito y que, desgraciadamente, se repitió incansablemente muchas más veces en el tiempo que duró el espectáculo. Durante el transcurso de la gala hubo una fémina, diria que con cargo público y de representación oficial de eso que se llama “consistorio municipal”, que cada vez que los modelos de un diseñador hacían el pase final en conjunto, se levantaba de su asiento (en primera fila y a mitad de pasarela, por supuesto) y se sentaba en la mismísima pasarela para que alguien le hiciera una foto en el momento en que pasaban los modelos a su altura, permitiéndose el capricho de quedarse allí hasta que su “colega” le confirmara que ya tenía la foto. Una y otra vez lo hacía, sin importarle en absoluto que estuviera interrumpiendo lo que de verdad interesaba a todos los asistentes, que no era otra cosa que la evolución de la gala y ver a los auténticos protagonistas, los diseñadores y modelos, no a ella en su afán desmedido de “souvenir”.
Tristemente, no hubo nadie de "su cortejo" que le advirtió de lo "inapropiado" de su conducta..
Personalmente lo considero una falta de respeto hacia el trabajo de los que hicieron posible el desarrollo del evento, máxime viniendo de alguien que ostenta un cargo público y que se supone está en representación de una institución, lo cual no le da privilegios especiales. Todavía existen dinosaurios con carnet de pleitesía.
