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jueves, 7 de junio de 2018

¿FELICIDAD?





“Y miras alrededor y encuentras seres humanos estresados, presionados cada uno por su propia vida y las circunstancias de las que procedan o las que, desde nuestra  libertad, nos hemos ido metiendo cada uno. Y percibes tristeza pero también alegría. Seres que miran y ven, y otros que no ven nada porque no es esa su intención”.


Este es un fragmento de un texto de José María Gasalla, con el que quisiera introducir algo que nos encontramos muy frecuentemente.
 
Le he preguntado a mucha gente cuál es su objetivo en su vida, y la respuesta que daban por mayoría abrumadora era: ¡quiero ser feliz!,
 
Sin embargo cuando les he preguntado, qué les faltaba para ser felices, la mayor parte de las veces empezaban con un “pues no se…”, y solo después de “pincharles” un poco conseguía que dijeran algo. Curiosamente, nada de lo que decían era imposible.

También era abrumadora la cantidad de veces en que cuando indagabas en su apreciación sobre esa “felicidad” parece que la misma dependía de “otras” personas. Vamos, que no dependía de nosotros, sino que al parecer debería ser facilitada por “alguien”.
 
Es más fácil que nos den el trabajo hecho, de esa forma, si no funciona, sabemos a quién echarle la culpa, y nosotros podremos seguirnos lamentando de lo mal que nos va.

Vamos por tanto a buscar a algunos ejemplos de estandarización de eso que se llama Felicidad, para que siempre tengamos a alguien a quien culpar si no somos capaces de ser felices por nuestros propios medios:


Según Mo Gawdat, un ex alto ejecutivo de Google, después de varias reflexiones, llegó a la conclusión de que la fórmula de la Felicidad es la siguiente:

F ≥ e - E

Nos viene a decir que la felicidad es mayor o igual que los eventos que ocurren en tu vida, menos las expectativas que tienes de la propia vida.
"Descubrí que la felicidad se trata de una configuración predeterminada. Los niños nacen felices. Pero a medida que avanzamos en la vida, crecemos fuera de ese estado. La clave de la felicidad consiste pues en controlar la manera en que comparamos los acontecimientos de nuestra vida con nuestras expectativas”.


Particularmente no comparto del todo esa formulación porque pienso que, en base a los factores que utiliza, la F también puede ser desde el momento en que no seas capaz de gestionar los eventos de tu propia vida. Si solo tienes expectativas, pero no tienes “eventos”, es una ilusión, no una vida.


Por otro lado, un investigador americano, Jonathan Rauch, ha desarrollado una teoría para dibujar lo que el llama La Curva de La Felicidad, según la cual, nuestro nivel de satisfacción decae entre los 20 y los 30 años, y toca fondo sobre los 40. Pero cuando se llega a los 50 empieza a mejorar, y sigue esa misma tendencia de mejora hasta los 80.

Llamo la atención sobre el hecho de que habla de "satisfacción" (hummm, ¿estamos satisfechos con lo que hacemos?).

Tanto Mo Gawdat como Jonathan Rauch coinciden en una cosa: que cuando somos niños somos felices.
Entonces, ¿qué es lo que tenemos de niños que perdemos por el camino y nos hace entrar en ese mundo de supuesta “infelicidad” o insatisfacción?
Cada cual que saque sus propias conclusiones, pero creo que no hay que pensar mucho. Posiblemente la clave está en el momento en que dejamos de “descubrir” y vamos pasando al “tener”, y en esto último mucho tiene que ver las comparaciones.
Igual que hay enfermos “terminales” (no me gusta el término pero lo uso aquí con toda la mala intención que puedo), todos nosotros somos “sanos terminales”. Si, nuestra vida es FINITA, tarde o temprano se acaba, y somos tan idiotas que preferimos gastar el tiempo en hacer acopio de cosas innecesarias, de gente innecesaria, de situaciones innecesarias, en lugar de aprovechar ese precioso tiempo para crecer. No se trata de tener algo más, o de ser más que alguien. Se trata de que tú, mañana, seas mejor que hoy. Olvídate de los demás. La felicidad no te la van a dar los demás, la construirás tu mismo, si dedicas tu tiempo a ello. Creo que Felicidad también es cómo afrontas los inconvenientes.
Es posible que los caminos no sean fáciles, que hayan piedras de todos los tamaños, subidas y bajadas. Solo se trata de buscar y aplicar en cada momento cuál es la alternativa más adecuada.
No olvides que es la misma agua caliente la que en unos casos ablanda una papa y en otros endurece un huevo. Por tanto, todo depende "de qué estás hecho", no de las circunstancias.
No quiero ser menos y, como además me divierte, les ofrezco un trato: yo les propongo otra fórmula para la Felicidad, y ustedes me la rebaten. Mi fórmula es matemática pura.
Dado que nuestra vida es "Finita", la voy a representar con un círculo. Ese círculo será más grande o más pequeño en función de su duración.
Si el círculo es la representación de nuestra vida, su contenido serán nuestras vivencias, tanto aquellas que nos aportan crecimiento como las que no, y, por tanto, la cantidad de esas vivencias se calcula con la fórmula del área del círculo:
Area = π x r2

Donde r es el radio, es decir, la duración de nuestra vida mientras estamos experimentando vivencias, y que sabemos que nunca tiende a infinito.
En ese gran círculo de la vida, además hay otro círculo interior, que va a representar todas esas vivencias que no nos aportan nada, pero a las que prestamos atención (roba tiempos, personas tóxicas, comparaciones con otros, etc).
Por tanto: F = (π x R2) - (π x r2), siendo R el radio de nuestra vida y r el radio de la vida que dejamos en cosas que nos distraen de nuestro cometido y no nos aportan crecimiento.


Dicho esto, F será mayor cuánto más pequeño sea el círculo interior, y nuestro objetivo sería hacer que ese circulo interior sea lo mínimo, insignificante, me atrevo a decir que incluso nulo.

Y lo más importante, la R es progresiva, siempre irá aumentando hasta su límite, pero el tamaño de la r siempre dependerá de nosotros.

Todo esto para decir que al final Felicidad seguramente será: "lo que nos genera satisfacción".


O lo que es lo mismo, pregúntate qué es lo más que te gusta hacer.
¿No lo saben?, entonces es que eres un vago de campeonato.
Segunda oportunidad, si no sabes que es lo que más te gusta hacer, revisa qué es lo que te hace no sentirte feliz, y no le dediques más tiempo.
¿Sabes qué es lo que pasa? que queremos alcanzar eso que llaman felicidad a base de pastillas, como si de la cura de una enfermedad se tratara. Se sincero, se honesto contigo mismo y con estas preguntas. Te darás cuenta de que estamos contándonos continuamente cuentos para no atrevernos a reconocer que la realidad es que no haces lo que te gustaría.


Así que, no esperemos a encontrar esa pastilla mágica, o a que nos digan lo que tenemos que hacer para ser felices: Vivan como niños, sabiendo que no lo son.


JSR - Mayo/2018












Notas:
Al cabo de 90 años habremos experimentado 25.447 paquetes de experiencias. ¿cuántos quieres que sean satisfactorios?

Ejemplo