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sábado, 24 de febrero de 2024

LA CONJETURA DE LA FELICIDAD




Nos pasamos la vida buscando eso que llamamos Felicidad, lo que cada uno entienda por Felicidad. 

No son pocas las veces que me dicen eso de "quiero ser feliz", pero cuando les preguntas qué es la felicidad para ellos, la respuesta suele ser vaga y muy indefinida.

Y pensé recurrir a las matemáticas a ver si encontramos un patrón común.

¿Por qué Las Matemáticas?

Porque aunque plantee problemas y rezonamientos de índole inexacto, no podemos negar que sus respuestas son categóricas y contundentes.

Y además, porque en matemáticas existen números felices. Si, si..., hay números felices. ¿Y por qué no usarlos para buscar un patrón para el ser humano, ese mismo que tantas veces despotrica de ella?

Si queridos..., hay números Felices. 

Se dice que un número es Feliz cuando la suma reiterativa de los cuadrados de los dígitos que los componen, nos llevan al 1. Y los que no lo son, no consiguen llegar al 1, sino que se quedan en un bucle dando como resultado otro número.

¿Y esto de los números felices sirve para algo? La verdad es que no. Pero tampoco la retórica de los políticos, y mira si les hacemos caso.


Les presento a un grupo de números felices, hasta el más cerca a 200:1, 7, 10, 13, 19, 23, 28, 31, 32, 44, 49, 68, 70, 79, 82, 86, 91, 94, 97, 100, 103, 109, 129, 130, 133, 139, 167, 176, 188, 190, 192 y 193.

Y he aquí que me da por lanzarme a crear replicas de conjeturas sobre el comportamiento de los números felices y de aquello que, por analogía, se me antoja divertido y causal, para integrar.

Lo primero, que el 1 debería ser el más Feliz, porque no depende de nadie más sino de si mismo. Pero fíjate que está más solo que el mismo. Bueno, es Feliz y parece que no necesita más nada. También es lo que la Soledad tiene a veces..., que te da la Felicidad o te la enmascara de auto-convencimiento. 
Lo mismo pasa con las personas.

Y sigo pensando:
Si a un número feliz, lo hago sumar con otro número feliz (cuál Celestino), lo normal es que ambos sean felices ¿no?. Pues va a ser que no. El 7 es un número feliz, el 10 es un número feliz, si los sumamos, el 17 no es un número feliz.
Por tanto, número feliz sumado con otro tambien feliz no son por si mismos garantía de éxito y felicidad. 
Igual que con las personas.

¿Y si a un número feliz le sumamos su opuesto? Pues hay casos en que el resultado es un número feliz, pero otros no.
Si al 13 le sumamos el 31 obtenemos 44 que es un número feliz, pero si al 23 le sumamos el 32 da 55 y, ¡que chasco!, nos es un número feliz. A veces los opuestos funcionan, y otras no, y la proporción está reñida.
Lo mismo que con las personas.

Y he aquí, que elucubrando y conjeturando pienso...., ¿y si en lugar de que sumen, les hago que se multipliquen?
¡Aja!, pues da igual que sean opuestos o no, pero lo cierto que si multiplicas dos números felices siempre obtienes un número feliz, y si multiplicas uno feliz con uno no feliz, a veces si, y a veces no. 
Igualito que con las personas.




Para no generarles más expectación, que después no duermen y me echan la culpa, este seria mi corolario de la conjetura sobre la matemática de la felicidad:
"Al al igual que con las personas..., para ser feliz no falta sumar, hay que multiplicar, generar sinergias y construir opciones, capacidades, ganas, es decir progresar, crear progresión, ya sea aritmética o geométrica. La mera suma es una disculpa.
Y lo más importante, si eres feliz, procura progresar con otro ser que también sea feliz, no la chafes con uno infeliz. Y si no eres feliz, busca progresar con otro que sí lo sea, pero no para absorber su energía, porque no serviría de nada, sino para aportar, aunque sea un poquito, de la que tengas para que en el conjunto el resultado siempre sea multiplicador.
Lo mismo que con las personas. 
Qed".

En fin, terminaría mi extenso estudio con bibliografía y notas refutadas de innumerables informes de universidades reconocidas y otras que dan asco, pero no.

¿Sirve para algo la divulgación de esta conjetura?, pues no. Pero, ¿Y lo que me he divertido preparándola y escribiéndola? Esa es la verdadera conjetura, la de ratificar con mero ejercicio divertido lo que todos sabemos pero a veces se nos escapa. Que todo depende de nosotros, por muchas excusas que busquemos en otras cosas, incluidos los números.

Gracias a @matescercanas por, sin quererlo, enseñarme un libro, y gracias a @eduardo_saenz_de_cabezon por la forma de convertir un Apocalipsis en toda una fiesta.

PD. Me ha dado rabia (disfrazada) que mi número favorito (8) no fuera feliz. Pero ¿saben?, he descubierto el 28 y el 82, siempre tendré el 7+1, he tenido una agradable conversación (o quizás he pecado) con el 6174, y he dejado que Collatz se riera conmigo (no de mí).
Una prueba más de algo que siempre he sabido y experimentado desde que unos buenos profesores me contagiaran de su forma de entender las matemáticas: que las matemáticas son divertidas, si dejas de guiarte por las apariencias (igual que con las personas).

JSR-Feb/24