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jueves, 27 de marzo de 2014

HONOR HONORIS

He leído un artículo de M.Graciani, en el que con base en una historia de los Caballeros de la Mesa Redonda del Rey Arturo, hacía un desarrollo de lo que es el HONOR.

Y he de reconocer que ese artículo me hizo recordar una reflexión que hace relativamente poco tiempo tuve cuando viendo imágenes de un “consejo de ministros” me vino a la mente la pregunta de cómo han debido evolucionar en el tiempo la forma en que se hacen esos “consejos” o “reuniones” de personas que marcaban designios de un territorio, ya fuera reino o país.

El artículo vino a fortalecer mi idea de que entre todas las diferencias que hubieran, hay una que está por encima, y que está ligada al grado de consecución del bien social y común, que se supone es lo que se busca en esos consejos: La Integridad, el HONOR:

Y para resumen solo decir que hay dos grandes diferencias entre los Caballeros de la Mesa Redonda (si, escrito con mayúsculas) de la época medieval, y los personajillos del teatro político (si, con minúsculas) que se reúnen ahora en otras mesas supuestamente para defender un bien común, pero con un honor más que dudable:

- Por un lado: En la mesa redonda eran Caballeros, que respondían por sí mismos, y en sus actos estaba su mejor estandarte y publicidad. En el teatrillo político actual, no responden de nada, están en representación de algo que llaman "partido" y que no viene a ser más que una asociación de intereses particulares, bajo una bandera de ideología veleta (por lo de orientación al viento que sople que mejor convenga).

- Y por otro lado: El HONOR no se aprende, se inculca, viene de serie por propio convencimiento, y la vida te hace enriquecerlo. Los Caballeros de la Mesa Redonda venían de serie con esa forma de ver las cosas inculcada, y de ellos dependía su fortalecimiento. Los teatrilleros políticos actuales confunden HONOR con CARRERA (ya sea la diplomática o la del círculo de amistad de turno) cuando posiblemente estén haciendo carrera pero haciéndole un flaco favor al HONOR, y, lo que es peor, usando estrategias de imagen para hacer confundir al patio de butacas. Por eso es teatrillo.

Por eso es por lo que cuando hay una persona que destaca de forma natural y sin campaña de imagen exagerada de los demás, es que su HONOR fue inculcado y se preocupó de enriquecerlo y agrandarlo por que verdaderamente tiene una visión de bien conjunto, no individual. El HONOR no es un NEGOCIO.

Y eso que dejo a un lado las apreciaciones que pueda tener, y las tengo, sobre los buitres leonados camaleónicos y oportunistas que siguen la estela de la veleta por aquello de salir bien en la foto y que no quede disonante lo que en un momento determinado se les pudiera escapar de sus bocas.

La Historia y el Tiempo son Grandes Jueces. Lástima que sean tan lentos.

jueves, 20 de marzo de 2014

PERSONA

Hace bastante tiempo un Director de la empresa en la que estaba me dijo que si quería llegar a ser un buen Ejecutivo/Director tendría que ser más “Hijo de p…”. Ese día comenzó mi empeño por demostrar justo lo contrario. Creo que donde he estado lo he conseguido, pero no por ello dejo de seguir buscando y cultivando nuevas formas de reforzarlo.
Hoy he leído un artículo de María Graciani titulado “PERSONA: PERSpetiva Optimista de la Naturaleza, y, además de sentirme completamente identificado con él, y tener la satisfacción de que has encontrado alguien más que también piensa igual me han venido algunas imágenes:
- Cuánto me he divertido viendo la película Monstruos S.A. – El cambio del terror por la risa (optimismo).
-  Cuántas caras de incredulidad he visto cuando en más de una ocasión he afirmado que Mickey Mouse es un líder optimista (solo lo veían como unos dibujos animados infantiles).
Como seres humanos tenemos la fatal tendencia de pensar que somos superiores y que nuestro punto de vista, supuestamente más racional, prevalece sobre la naturaleza. ¡Qué equivocados estamos!. La Naturaleza nos supera, incluso en optimismo. ¡Si! ¡en optimismo!. ¿Hay algo más optimista que el propio ciclo de vida, que, por cierto, no es exclusivo de los seres humanos?.
Soy optimista por naturaleza, y a veces me tachan de “loco” por ello. Pero hasta ahora nadie me ha demostrado que el no serlo me revierta más beneficios que el serlo. Así que…, yo sigo con mis planteamientos y buscando este tipo de enriquecimiento porque como reza el artículo de María, “ser PERSONA es rentable”. ¡Y vaya que sí lo es!. Como mínimo afrontas los mismos problemas pero con más energía para superarlo. ¿No es eso de por sí ya suficiente?.