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domingo, 18 de mayo de 2014

A mis amigos de lo "pequeño".

Me atraen las cosas pequeñas, el verlas de cerca y contemplar sus texturas, formas caprichosas y aspectos que pasan desapercibidos cuando no nos acercamos a ellas.

No es que me gusten en particular los insectos, animalitos o bichitos pequeños, pero he de reconocer que, como ya dije en alguna ocasión, desde que el amigo Franky abrió a mis ojos y conocimiento esta faceta de la fotografía, cada vez que paso por un jardín, matorral, muro, terreno o cualquier otra cosa, lo veo con otros ojos. Digamos que me entretengo, busco algo más, en lugar de ignorarlo o pasar sin mirarlo.

Mis fotografías, en lo que a macro se refieren, todavía dejan mucho que desear, pero he de reconocer que me maravillo de lo poco que consigo, no solo por el hecho de conseguirlas, sino de lo que se aprende en el camino, y no me refiero solo a fotografiar.

Hoy ha sido un día de los que se van a quedar grabados, en lo que a "práctica macro" se refiere.
He de reconocer que me "he divertido" durante algo más de media hora, contemplando un pequeño grupo de abejas (bueno, perdón, para mí son abejas), que pululaban sobre unas flores. Las he seguido (o lo he intentado), he intentado hacerles algunas fotos, y las he hecho, pero lo que se me ha quedado grabado no son las fotos en sí, sino lo que he aprendido de ellas y que nunca hasta ahora había visto.
Cuando observas su comportamiento ves cosas que antes ni te hubieras imaginado.
Todos sabemos que las abejas se acercan a las flores, y sacan su "néctar", que se supone es su razón de existir.
Pero lo que nunca hubiera imaginado es que, además de eso, algunas se dedicaban a recolectar pétalos. Si, recolectar. Seguramente será algo de lo más natural, y ustedes a lo mejor dicen "anda, este ya descubrió la pólvora", pero reconozcan que para quien nunca lo ha visto, cuando menos es sorprendente.
Algunas de ellas después de posar en varias flores, terminaban seleccionando una flor, se colocaban en la vertical de uno de sus pétalos y, mientras agarraban con sus patas el pétalo, lo iban cortando a mordidas en círculo, y cuando llegaban al final lo "ovillaban" de forma que quedaba entre sus patas una especie de pétalo en forma de cuasi-tubo y cuando lo conseguían desprender del todo, iniciaban su vuelo hacia no sé que lugar. Incluso en una ocasión, una de ellas se comprende que no conseguía llevarse el pétalo todo lo bien que debiera, que decidió hacer una parada en una piedra, acomodárselo mejor entre sus patas, y reanudar ese errático y programado vuelo hacia no se donde.

En otra ocasión, una de ellas no conseguía que el pétalo se desprendiera del todo, y era simpático ver como se sacudía volando de un lado a otro, dando "reflechones" mientras lo tenía cogido con sus patas hasta que consiguió que el fino hilo que lo mantenía unido a la flor, se quebrara finalmente. Era similar a cuando un pero está mordiendo un trozo de tela que quiere romper y sujetándola con las patas da golpes de cabeza a un lado y otro hasta que lo consigue.

Curiosa que es la naturaleza. Y sabia.

Habrá que seguir aprendiendo de ella. Y, de paso, de ustedes, que en esto de plasmar en imágenes sus secuencias son unos guardianes  con mucha maestría.

Les dejo algunas de las modestas fotos que hice durante el aprendizaje de hoy. Y no se corten en ser crueles con quien las hizo, que el aprendizaje nadie dijo que iba a ser cómodo.

Un saludo, y mi más sincero reconocimiento y admiración.








5 comentarios:

  1. Para ser tu primera sesión de macro no está nada mal, tendrías que ver como fue la mia jajaja. Me alegra que te hayas divertido y de que "el mundo de lo pequeño" tenga un nuevo amigo.
    Las abejas que has retratado (sí, son abejas) pertenecen a la familia megachilidae, son grandes polinizadoras, aunque llevan el polen en una "escopa" en el abdómen, en lugar de en las patas posteriores como la abeja común. Algunas de ellas son conocidas como "cortadoras de hojas", tal como bien has comentado e ilustrado en esta ocasión con pétalos, pues lo hacen para construir su nido, ya que no cuentan con las secreciones que tienen por ejemplo las avispas o abejas comunes.
    En cuanto a las fotos, como ya te habrás dado cuenta, la profundidad de campo a estas distancias tan cortas disminuye muchísimo, por lo que hay que tirar de diafragmas bastante cerrados para aumentarla. Como seguramente también has notado, los insectos suelen tener superficies muy reflectantes, y la luz del sol se convierte en demasiado dura, es por ello que a los macreros, a diferencia de la mayoría, nos agradan los días nublados, o salimos a horas tempranas o muy tardías, horas en las que además podemos encontrar a nuestros sujetos sin tanta actividad, lo que hace mucho más fácil fotografiarlos sin prisas ni "persecuciones".
    Creo que con un poco más de práctica en esas dos cuestiones de luz y profundidad de campo, tus fotos estarán a la altura de cualquier macrero, pues se nota que tienes mucho camino andado.

    Un abrazo compañero.

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    1. Muchas gracias por tus comentarios y aclaraciones David.
      La máxima de "nunca te acostarás sin saber una cosa más" se cumple a la perfección, y además son de esas cosas que aprendes y que ya no se te vana a olvidar.
      Como habrás podido ver, totalmente novato. Pero para todo hay un comienzo.
      No termino de cogerle la "distancia" óptima a mi 60mm, y menos con un duplicador. Pero paciencia tengo para dar y regalar.
      Aunque esta fue una sesión "improvisada", no había caído en la cuenta de lo que comentas como la "mejor" hora para estos menesteres. Así que, ya tengo tarea...
      Ah!, por cierto, el día que me acerque de lejos a las que tú descartas, seré feliz (bueno feliz ya soy en esto, pero un grado más). Y el día que me acerque también de lejos a aquellas que aunque enseñas consideras "no guapas", ese día podré decir que sé algo de macro.
      ¿Sabes cuál es una de las cosas por las que me encanta este tipo de fotografía, además de por los "descubrimientos" que haces?, Que la naturaleza es tan rica y sabia que puedes ir cien veces al mismo sitio, y encontrarte los mismos animalitos, que siempre te regala una imagen distinta...
      Un abrazo, y gracias de nuevo.

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  2. Muy bueno!!!!!!!!!!!!! me ha encantado que te ocupes de estos importantes bichitos si no fuese por ellos las pobres flores que están atadísimas al piso no podrían ser polinizadas , se perderían sus ganas de amar y ser amadas!!! no habría mezcla de colores ni semillitas para plantas nuevas!!
    Respecto de los macros con un par de pulidas más ya los tienes en la bolsa!! La hora bien tempranita o la tardía con el último rayo de sol suele ser perfecta para las macros de flores y sus bichos, no soy experta pero es el modo en que el sol queda justito para iluminar lo necesario sin quemar la foto.
    Bellísimas todas y feliz semana!!!!

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    1. Muchísimas Gracias María.
      Me encanta tu forma de describir la naturaleza, esa Gran Cosa de la que tendríamos que aprender más y aprovecharnos menos.
      Nadie dijo que esto del macro fuera fácil, pero te aseguro que compensa con creces, aunque para ello tengas que "tirar" cien fotos.
      Un placer ver tus obras por estos lares.
      Un abrazo. Juan

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  3. Hola Juan,

    Pues para no haber practicado la técnica del macro se te da estupendamente.
    Y si además nos haces partícipes de tu descubrimiento a través de la observación, un plus añadido.
    Yo tampoco conocía esa faceta de las abejas, siempre tan hacendosas.
    Un placer leerte también por aquí.

    Un abrazo.

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