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martes, 26 de julio de 2022

DE GRUMETES Y CORSARIOS



Soñé que soñaba, y me desperté, pero seguía soñando, y el sueño era un capítulo más de una realidad, en principio aparente, en final, más real.

Era un día de cualquier fecha, claro, resplandeciente. Me encontraba, en un puerto, de los de antes, con barcos de madera…, "bajel pirata" en versos de Espronceda, con mucho bullicio, gente de todo tipo que iba y venía en una coreografía de locura orquestada por no sé qué impulso. Estaba a un lado del muelle, sentado sobre unas cajas de madera amontonadas, y junto a otros montones de cabos, cuerdas y demás aparejos del mar durmiendo un aparente abandono.


Al otro lado, una reluciente Caravela  se recostaba sobre el muelle, solo unido a él por una pasarela de madera. Al final de la pasarela, una fila de personas, en apariencia tripulantes, esperaban a que el capitán, ¡ah, no!, la capitana, les permitiera subir a bordo. Y cuando lo hizo, uno a uno subieron, con atisbo de seguridad, pero arrastrando la incertidumbre de lo que ese barco les depararía.


La capitana les hablaba con una arenga simple, clara y concisa, de un nuevo viaje que era la primera vez que se hacía, hablaba con ilusión, y hasta a mí que estaba fuera me daban ganas de acompañarles…(¿o quizás lo hice?, no sé…, es un sueño…).


Algo me decía que no podía quedarme en tierra, algo iba a pasar en esa travesía y no me lo podía perder…, así que me fuí de polizón con ellos.


Y cuando menos lo esperaban, la Caravela (de nombre CCA) soltó amarras y aprovechando la corriente, se hizo a la mar.


Pronto me di cuenta de que la tripulación era muy especial.

Había una grumete con prisas, un guardiamarina sin tiempo, una tripulante desapercibida, otros dos tripulantes siempre atareados que hacían piña entre ellos, un guardiamarina con incógnitas, otro tripulante con ganas de llegar, un contramaestre con pausa, y a su lado otro sin prisas, y, para terminar, una tripulante escéptica, o quizás desconfiada.

¡Ah!, y la capitana…, ¡ay la capitana!. El viaje no hubiera sido el mismo sin ella


Fuimos recalando en varios tipos de puertos…., los que nos animaban a quedarnos y profundizar en su vida y costumbres, los que nos enseñaban el mágico lenguaje de los números cuando se unen entre sí, los que nos enseñaron que el sextante a veces tiene forma de noticia y que la Estrella Polar es la que cada uno quiera, los que nos acogieron de forma campechana y nos enseñaron su forma de hacer las cosas y que mejor hacerlo con ganas que hacerlo bien (y mejor las dos), los que nos mostraron que el valor no es solo una fuerza y que el principal de ellos es la propia persona…, y otros puertos.


Era curioso ver cómo con cada puerto al que arribaban, sin dejar de ser ellos mismos, cada tripulante hacía suyas las experiencias encontradas, se engrandecían y, lo que era mejor, funcionaban mejor en conjunto que por separado, ya fuera para marcar el rumbo o para comentar lo ya navegado.


Y a medida que llegaban a su puerto final, dejaron de ser tripulantes para convertirse en corsarios. Corsarios sin parche en el ojo y sin pata de palo, que no esgrimen un sable en sus batallas, pero sí un corazón enorme para todo contratiempo.


Al llegar al último puerto, la capitana los reunió a todos, y con la misma simpleza y practicidad, tajante y realista como ella misma, les preguntó. ¿Qué les ha parecido la travesía?

Y así respondieron…


Carlota:  “Ay no se, ¡muy buena claro!”

Cristina: “Espera, ¿qué fue lo último que dijiste para ponerlo?

Juanjo: “Habrá que darle una vuelta”

Juan Antonio: “Siempre podremos hacer una regresión o un buscar x”

Ricardo: “¿Y eso se puede aplicar a todo?

Orlando:  “Buf, es mucho, déjame que lo pase a pdf para entenderlo”

David: “Yo es que vengo de sistemas”

Jaime: “Yo es que vengo con David”

Elena: “Yo eso no lo entiendo”.

Nico:  “Bip, bip” (mensaje de whatsapp) – “Voy llegando”


¡A que son lindos!


Fue en ese momento cuando desperté de mi sueño, y fui consciente de que les había puesto nombre y tenía delante de mí lo que siempre han sido, grandes personas, grandes tesoros.


Pensaron que iban a aprender números y cosas nuevas, que de un curso se trataba.

Y se dieron cuenta de que la cosa no iba de aprender, sino de encontrar. Encontrar respuestas, encontrar alternativas y, por qué no decirlo, encontrarse con ellos, y consigo mismos en una forma distinta de navegar, deambular…, eso que comúnmente llamamos “vivir”.


Desde la atalaya de mis pensamientos, este humilde narrador se lleva muchas cosas.

Me llevo las prisas de Carlota, que aunque ella no lo sepa (o si) son su mejor arma. Confía en tu capacidad de entender lo que ves, es tu visión y tu mejor punto de partida para emprender lo demás

Me llevo la sintetización de Cristina. Se lo dije en un chat, creo que todos seríamos afortunados si trabajaras con nosotros. Hay un camino ahí afuera esperando que lo transites y dejes tu impronta, esa que usa la amplitud de razón como mejor arma de progresión.

Me llevo de Juanjo su inquietud, Cuídala porque te llevará a donde quieras, independientemente de las adaptaciones que tengas que hacer.

Me llevo de Juan Antonio su mezcla de pensamiento racional y espacial que muchos quisieran para sí (y creo que todos nos llevamos un cachito).

Me llevo de Ricardo su escepticismo (que no lo es) estratégico y su forma de bajar a tierra algunas nubes.

Me llevo de Orlando su adaptabilidad y vocación de ayudar. Creo que es su marca personal, aunque es posible que en su entorno algunos no lo vean así. Nosotros sí.

Me llevo de David su diagrama de pensamiento, su flujo funcional aplicado a lo cotidiano, que al final no deja de ser un proceso con sus puntos de escape, tanto de salida como de entrada.

Me llevo de Jaime su capacidad de sorpresa, su esquema práctico de entendimiento, y como no, las distintas formas de manifestar eso que se llama fuerza de voluntad.

Me llevo de Elena su sinceridad aplastante y su forma de “limpiar” su espacio de entendimiento. Solo te digo que no hay espacios pequeños, sino pensamientos grandes, y éstos no ocupan lugar. Libérate de los límites de tu espacio para que disfrutes de todo lo que hay detrás.

Me llevo de Nico su sentido de eficiencia y eficacia, cual sombrerero loco en busca de su tiempo, porque sabe a dónde va y cómo quiere hacerlo, al menos con su forma de entenderlo.


Y de la alumna en la sombra, de la que se ha certificado con nosotros, de la que se ha desvivido para que todo estuviera a punto, y que ya sabe más de nosotros que nosotros mismos, de tí, Teresa, me llevo tu filosofía de vida, de ser, de estar, de acompañar y de hacer sencillas las cosas sin perder contenido ni intensidad.


Teresa, mi “mamá pato”, tus patitos no te olvidamos, no te olvidarán y quieren seguir chapoteando contigo.

Por tí no solo somos CCA (Charterred Controller Analyst), sino que además somos CCA+ (Café y Chocolate Adictos), Y eso nadie nos lo puede quitar. Nos une.




No tengo línea de vida. Mi mente de siempre es más rebuscada y ha creado vitrinas en las que guardo pensamientos, experiencias, personas. Son vitrinas a las que vuelvo recurrentemente para sentir y volver a experimentar cosas que han marcado mi progresión y crecimiento como persona…, y desde ya hay un hueco para esto que hemos vivido en los últimos meses, algo que queda formando ya parte de mi adn y por tanto, me hacen mejor persona.

Howard Schultz, el fundador de Starbucks decía aquello de: «No vendemos café sino experiencias maravillosas».


Querido Howard, ¡que sabrás tú de experiencias!. Vente para el IDDA, hazte el programa CGBA, y verás lo que es una experiencia. ¡Ah!, pero la nuestra, la primera promoción, esa ya no la podrás saborear. Solo hay unos pocos que tienen el placer y el lujo de haberlo vivido. ¡Ah!,¡Se siente!.


Mis queridos corsarios, ahora a disfrutar de las mareas, a marcar rumbos, a contagiar adversarios, a seguir cultivando la motivación sin olvidar aquello que dijo alguien de que la creatividad es la inteligencia divirtiéndose.

Diviértanse, sobre todo diviértanse, y contagien para que este mundo sea un poquito mejor.


Esto no es una despedida. Esto es un pase VIP para todo lo que viene.


Gracias por dejarme ir de polizón en este viaje.


¡Feliz Vida!.





JSR - Jul/22


1 comentario:

  1. Mágico es haberte conocido. Esto no ha hecho más que empezar!! Gracias, gracias y gracias.
    Fdo. Mamá pato

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