No te lo pierdas

jueves, 30 de septiembre de 2010

Remedios Proteicos...

Debemos ser idiotas compulsivos y honoris causa.

Tenemos ante nuestros ojos la evidencia y la solución a todos nuestros problemas de salud, y no hacemos caso.

En muchos casos pagamos a dietistas y nutricionistas para que nos ayuden a equilibrar nuestra alimentación teniendo por excusa el conseguir una vida más sana.

La pirámide alimenticia es la misma ahora que hace un siglo. Otra cosa es que descompensemos su utilización.

Ante nuestros ojos la creatividad "marketiniana" desparrama todo un sinfín de argumentos y medios que nos deben hacer la vida mucho, pero que mucho más agradable y saludable:

-       Leche de soja, leche con vitamina A, B, C, ...X, Y, Z., con isoflavonas, con ácido oleico, solo falta la de extracto de aloe vera (¿o también hay?). Las pobres vacas están que trinan, porque la leche que dan, otrora muy valorada, está declarada poco menos que "atentado contra la salud". Resulta que le damos a un niño un vaso de leche recién ordeñada, y le hace daño al estómago. ¡No me extraña con la cantidad de porquerías que les damos como leche!. Creo que las vacas están pensando en asociarse y hacer una propuesta de cambiar su alimentación tradicional de "hierbas varias" por hojas de aloe, bidones de aceite, pastillas de farmacia con extracto de vitaminas y aperitivos de caracol, a ver si de esa forma las vuelven a mirar con buenos ojos.

-       Productos lácteos para el colesterol, para saciar el apetito, para ayudar a ir al baño (regularse se dice ahora), con azúcares naturales, con extracto del carajo la vela, ...

-       El pan tiene que ser de molde, y si tiene corteza no vale. ¿Pan de trigo? ¡NO!, eso está anticuado. Tiene que ser con cereales desconocidos, con fibras del copón, etc. Además, si desafiando las leyes de la naturaleza no es pan de molde, no puede ser pan normal. Tiene que ser de alguna variedad: campesino, de puño, de leña, de doble fermentación (¿?), baguette, barra, ... ¡y la leche en pasta!.

 

Somos más integrales que nunca (en lo que a oferta alimenticia se refiere, porque en lo que a las relaciones humanas que se dice, hay mucho que desear aún).

Todo esto para "adecentar" nuestro organismo interior de los adentros.

 

Y no hablemos del exterior de los afueras. Principalmente la cara, que parece que finalmente quieren que sea el espejo del alma, aunque sea maquillada:

- Cremas, lociones, reafirmantes, mascarillas, etc. unas con aloe (¡ay si mis antepasados hubieran tenido un hijo estudiando marketing del de ahora!), otras con extracto de xxx-tina, otras con componente RJ45 (¿o esto era un conector de teléfono?), con enzimas XY (y el resto del abecedario),  con baba de caracol, con leche de burra, etc.

 

En fin, que ya tenemos los remedios. Pero, entonces:

-       ¿por qué sigue existiendo la descompensación alimenticia?, ¿por qué siguen produciéndose infartos por obstrucción de las venas/arterias?, ¿por qué siguen existiendo úlceras?: Si todo lo que nos venden fuera verdad, estaríamos todos como robles. Pero no es así. Por mucha isoflavona que nos vendan, el organismo es una máquina de precisión a la que no podremos engañar, al menos de esa forma tan burda, porque posiblemente lo que hagamos será volverlo loco, y todos sabemos o podemos imaginar las consecuencias que tiene la locura.

-       ¿por qué las arrugas siguen apareciendo?: Si todo lo que nos venden fuera verdad, no tendríamos ancianos, ¡qué desastre! ¿se imaginan una persona encorvada, que apenas puede caminar, pero con la cara más lisa que el trasero de un recién nacido?

 

Lo dicho, idiotas compulsivos que pagamos por cosas que no nos hacen nada (al menos lo que dicen que hacen). Y no me vengan a decir que estoy sacando de contexto el asunto y que todo nos "ayuda" en una medida u otra.

 

Lo curioso es que estamos dispuestos a pagar un precio muy alto por todos estos productos, pero no somos capaces de pagar un precio (seguro que menor) por, simplemente cambiar el hábito. O sea, que seguimos prefiriendo cometer el pecado y después ver si encontramos confesor.

 

No cometamos excesos para después buscar remedio.

El remedio está en no cometerlos. Esa es la buena cultura de la alimentación equilibrada.

Todo lo demás, es Merchandising.

No hay comentarios:

Publicar un comentario