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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Peligro: fotógrafo = posible terrorista

¡Muy Importante!
La imagen que acompaña a este texto es la de una nueva amenaza para la seguridad nacional (creo que de momento solo en españistán), una nueva forma de amenaza terrorista.
Llevo bastantes años viajando, siempre me acompaña mi mochila con mi equipo de fotografía (es lo que tiene que te guste hacer fotos) y siempre la llevo como equípaje de mano en cabina, por lo que tengo que pasar con ella los arcos de seguridad tanto a la ida como a la vuelta.
En los viajes interinsulares no he tenido problema nunca con ello.
En tiempos bastante recientes he estado en el Reino Unido, Alemania, Holanda y tampoco he tenido problema alguno.
Hace dos meses viajé a Madrid y sin ningún problema.
Este fin de semana pasado, en el viaje de ida, sin problema, pero a la vuelta…, como siempre coloco la mochila en la cinta del escáner, paso el arco de seguridad y espero a que la mochila llegue al otro lado para recogerla.
Una "señora" (soy educado) con uniforme de empresa de seguridad que manejaba los mandos del escáner, algo subidita ella por como daba instrucciones y "enseñaba su sabiduría" a otra que tenía a su lado suelta por su boca
-       ¿De quién es esa mochila?
-       Mía, le respondo
-       ¡Pues tiene que volver a salir, poner todo lo que lleva en la mochila en una bandeja separadamente y volver a pasar!  (no era una explicación, era una orden, sin más).
-       ¿Perdón? Es la primera vez que me dicen eso.
-       ¡Lo que le he dicho! Vuelva a pasarlo separadamente.
-       Llevo años viajando, y hasta hace 2 días en este mismo aeropuerto tampoco me han puesto inconvenientes, es un equipo de fotografía.
-       ¡Tiene que sacarlo, no se ve bien! 

(Nota del protagonista: A saber, el equipo que llevo es una cámara con un 24mm acoplado, un 50mm, un 35mm y un 70-200mm – este es el más grande y medirá unos 13cm- todos ellos perfectamente ubicados en compartimentos aislados de la mochila)
Aquí mi educación me pudo, aunque ya estaba calentito, y el "¡póngase gafas!" solo sonó para mis adentros.
Lo primero que pensé fue en coger la mochila, salir y pasarla tal cual por otro de los arcos de seguridad. Pero me convencí de que no tenía necesidad alguna de calentarme más de lo que ya estaba y aquella "endevidua" no me iba a chafar más el día.
Esa misma educación fue la que hizo que no me plantara más, cogiera la mochila, volviera fuera del arco, sacara todos lo que llevaba dentro, lo colocara en una bandejita y volviera a pasarla por el scáner. Y al recoger nuevamente el equipo del otro lado, el de la interfecta, le dijera ¡que tenga una muy buena tarde!.

Así que, ¡amigos!, si viajan a Madrid con equipo de fotografía, al pasar los arcos de seguridad de la T4 a la vuelta, comprueben si hay una señora de pelo lacio, negro, tamaño medio, con cara de proa de barco, con malas pulgas y con voz de instructor de boxeo en alguno de ellos. Si la ven, prueben a cambiarse para cualquier de los otros.

Menos mal que no llevaba el 150-500, directamente se me hubieran tirado encima.
Y si llevo el trípode, ¿lo considerarían un arma de destrucción masiva?

(Ay Valdivia, cuánto me acordé de ti...)

2 comentarios:

  1. Pon un uniforme a un analfabeto y verás... Comprendo tu irritación.

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  2. Ditoseadió...... Todos los días sale un tonto a la calle y a ti te tocó la tonta... ;)

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