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martes, 10 de julio de 2018

Hola Andrea.




Con toda mi admiración, para Andrea, Sara, Susana, Barbi, Adriana, Alba Doria, Valentina, Paula, Alejandro, Jaiset..., y por extensión para Valentina Rodríguez, Laura, Ada y Alba Hernández.



Hola Andrea.

Quisiera contarte un secreto que no lo es.

Llevo muchos años haciendo minutos y minutos de espera a la puerta de “Baile”, pero no es una espera baldía.

Posiblemente quien me haya visto haya pensado que soy antipático, porque en esos momentos soy de hablar lo justo. Y es que todo ese tiempo lo he pasado haciendo una de las cosas que más me gusta: observar (porque de todo se aprende).

Todos esos minutos de espera me han permitido saber mucho de ustedes y ver la evolución que han registrado en sus caracteres, en sus comportamientos, en sus relaciones con los demás, y, por supuesto, en su forma de afrontar cosas nuevas, en su forma de aceptar la críticas, en su manera de afrontar nuevos retos..., en definitiva en su forma de "crecer".

Y llegó este año. El año en el que aquellas niñas que empezaron más pequeñas haciendo giros sencillos, mirando con ojos de admiración, y soñando con emular, a las chicas del grupo”grande”, resulta que ahora se han convertido en el grupo de referencia, en el grupo de l@s “mayores”, las que sirven de modelo a todos esos niños y niñas pequeños que ahora las miran con la misma admiración y anhelo de llegar un día a bailar como ustedes.

Ese grupo, el de l@s “mayores”, este año ha bailado como nunca, ha transmitido energía y pasión como nunca y, lo que es mejor, ha disfrutado como nunca.

Pero además de eso, este año he visto algo que me emociona y ratifica mi absoluta creencia en que hay jóvenes con valores, jóvenes con sentido de humildad y con sentido de humanidad.

He visto como, en una casuística muy especial, ese grupo homogéneo de “mayores” ha acogido a cuatro compañeras de edades inferiores como si hubieran estado toda la vida con ellas, las han recibido con calor y las han acompañado hasta alcanzar la endiablada vertiginosidad de todas aquellas coreos en las que han participado juntas, no solo como bailarinas, sino como compañeras, siendo tod@s un@ sol@,

Y en tu caso particular, he visto una muestra de lo que significa hacer valer tus propias convicciones, aparte de demostrar que tienes un gran corazón y que pones por encima de todo el ser persona, aun a costa de que haya quien eso no le pueda gustar y genere recelo. Ell@s se lo pierden.

El día de la segunda inolvidable actuación le hiciste a tus compañer@s un regalo de los que no tienen precio, porque no hay dinero en el mundo que lo pague.

Le regalaste a cada uno de tus compañeros de ese grupo de “mayores” un dibujo hecho por tí, envuelto con el calor tu corazón, donde les decías sobre un lienzo de sensaciones en forma de papel, con trazos de lápiz, y tinta de tu propia alma, lo que cada uno de ellos significaba y representaba para ti.

Y tuviste el gran detalle de también entregar un dibujo a esas cuatro personas que se unieron a ustedes y que desde ya forman parte de vuestros corazones, por aceptarse mutuamente, tal cual, y por haber compartido con ustedes esas vivencias que nadie ya les podrá quitar.

Desde la distancia de un desconocido que solo opina sobre lo que ve, y lo hace tal cual lo piensa, no puedo estar más orgulloso del detalle que has tenido con tus compañer@s.

He visto cada uno de esos dibujos y, sinceramente, no necesito que me digan a quién pertenece cada uno, porque hablan por sí solos, y no solo por lo que dicen, sino por cómo lo dicen.

Es el mejor regalo que se puede recibir. Bueno corrijo, es el segundo mejor regalo que se puede recibir. Creo que el primero es que te hayas cruzado en sus vidas.

Es una muestra de que el baile es exigencia, es disciplina, pero también es diversión, y ayuda indiscutiblemente a formar a personas como tú, buenas personas..

No se qué les deparará el año próximo. Solo deseo que sigan construyendo sus vidas en la misma forma en que disfrutan de la mejor de sus coreografías.

Y a ti en particular, no cambies. Sigue con esa forma medio alocada de hacer las cosas, porque en la diferencia está la excelencia, y ese “don” que tienes se alimenta de ello.

Un abrazo y un beso fuerte para tod@s. Y para tí, además, una palmada en el “totiso”, con todo mi cariño.

Juan.

P.D.:
Estas líneas están dedicadas a sus protagonistas, l@s que aparecen en la dedicatoria de cabecera.

Pero no sería lo mismo si no se los presento tal cual Andrea los ve (y puedo asegurar que no se distancia ni un milimetro de su realidad).




Alejandro


Paula


Valentina


Alba Doria


Sara


Adriana


Jaiset


Susana


Barbi


Valentina Rodríguez, Laura, Ada y Alba Hernández





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